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Los economistas han estudiado durante mucho tiempo la cuestión de si las máquinas algún día podrían reemplazar a los trabajadores humanos, pero el advenimiento de las nuevas tecnologías lo hace particularmente importante al considerar el futuro del trabajo en el siglo XXI. Una nueva investigación del profesor de economía de Wake Forest, Mark Curtis, y co-investigadores de la Universidad de Pensilvania, el Grinnell College y la Universidad de Duke, arroja luz sobre la cuestión al estudiar una política fiscal que incentivaba a las empresas a invertir en nueva maquinaria.
¿Qué mostró su investigación?
Las empresas respondieron aumentando drásticamente las nuevas compras de maquinaria y equipo. Sin embargo, las nuevas máquinas no reemplazaron a los trabajadores. De hecho, las empresas aumentaron el tamaño de su fuerza laboral luego de estas nuevas inversiones y los trabajadores históricamente desfavorecidos (aquellos con menos educación formal, minorías, mujeres y trabajadores jóvenes) vieron las mayores ganancias de empleo.
¿Qué sugiere esto sobre la preocupación de que las máquinas acaben con nuestros trabajos?
La investigación sugiere que los trabajadores pueden realmente beneficiarse a medida que las empresas invierten en nueva maquinaria. Las políticas fiscales pueden incentivar tanto la incorporación de máquinas como la de trabajadores. Si bien ciertas inversiones pueden reemplazar a los trabajadores, la inversión típica en capital da como resultado que las empresas contraten a más trabajadores. En general, las preocupaciones de que la inversión en maquinaria reemplace a los trabajadores son exageradas. Que los trabajadores que operaban la maquinaria de producción obtuvieran las mayores ganancias sugiere que las máquinas y los trabajadores siguen siendo insumos complementarios en los procesos de fabricación modernos.
¿Cómo conectó el aumento de nuevas tecnologías con el aumento del empleo?
Los datos del censo de EE. UU. sobre establecimientos de fabricación entre 1997 y 2011 nos permitieron rastrear las plantas que se beneficiaron de la política de impuestos a la inversión, en relación con las que no. Antes de la política, estos dos grupos se parecían mucho. Cuando comenzó la política observamos que las plantas afectadas aumentaron sus niveles tanto de inversión como de empleo. Sin embargo, no observamos aumentos en los salarios promedio ni ganancias de productividad.
Si no hubo un aumento en la productividad o los salarios, ¿es el ahorro de impuestos el único incentivo para que una empresa adopte una nueva tecnología?
Una de las principales razones de la nueva inversión es el deseo de crecimiento. Las empresas afectadas por la política fiscal pueden crecer. Esto es particularmente cierto para las empresas que podrían haber tenido un acceso limitado a la financiación y, como tales, se vieron restringidas en su capacidad de crecimiento. Uno de los resultados más sorprendentes es que la producción y las ventas también aumentaron en respuesta a la política.
La robotización de la industria se asocia típicamente con el sector manufacturero, ¿cómo ve que esta tendencia afecta a otras industrias?
Los mercados laborales están cambiando constantemente en respuesta a las nuevas tecnologías. Las tareas que pueden automatizarse eventualmente serán reemplazadas. Sin embargo, a medida que ciertos trabajos se vuelven obsoletos, se crean categorías de trabajos completamente nuevas. La educación juega un papel clave para garantizar que los trabajadores tengan las habilidades necesarias para hacer transiciones a lo largo de sus carreras. Siempre habrá demanda de muchas habilidades, como la capacidad de comunicarse con los demás y el pensamiento creativo.
A un nivel más local, ¿qué nos dicen estos resultados sobre el futuro de la industria en las Carolinas?
Entre los nuevos trabajos tecnológicos en el triángulo y las nuevas plantas ubicadas aquí en la Tríada, hay muchas historias económicas emocionantes que ocurren aquí en Carolina del Norte. Muchos nuevos puestos de trabajo se están creando en una variedad de industrias. A medida que el estado mira hacia adelante, tienen la capacidad de usar el código tributario para incentivar futuras inversiones aquí en el estado. Algunos han argumentado que estos incentivos siempre deben estar directamente vinculados a la cantidad de puestos de trabajo que se crean. Nuestros resultados sugieren que las políticas que incentivan la inversión de capital también afectarán positivamente la cantidad de trabajadores contratados y que estas inversiones tenderán a beneficiar a los trabajadores históricamente desfavorecidos que tienen más probabilidades de interactuar con la nueva maquinaria.
De cara al futuro, ¿cuáles cree que son los próximos pasos en esta línea de investigación?
En el futuro, nos gustaría comprender las implicaciones a largo plazo de estas inversiones para los trabajadores mediante el seguimiento de los trabajadores en las industrias afectadas a lo largo de muchos años. ¿Qué habilidades adquieren al interactuar con las máquinas, qué ocupaciones se benefician más y cómo cambia la composición ocupacional de la fuerza laboral con el tiempo? También nos gustaría comprender las implicaciones ambientales de estas inversiones. ¿Las empresas aprovechan estos incentivos para reemplazar máquinas viejas y más sucias con tecnologías más limpias o simplemente aumentan su base de capital existente y contaminan más?