Las investigaciones muestran que es probable que las personas den más cuando ven que su donación se destina a un individuo en lugar de a un grupo. Crédito:Dobra Kobra/Shutterstock
A medida que continúa la guerra en Ucrania, muchas personas se preguntan qué pueden hacer para marcar la diferencia. Algunos están reservando alojamiento en Ucrania en Airbnb como un medio para transferir dinero y buena voluntad. Otros están donando artículos para el hogar a campos de refugiados. Algunos incluso se ofrecen como voluntarios para luchar.
Cada una de estas acciones, aunque bien intencionadas, ha sido criticada como potencialmente contraproducente.
Los actos diseñados para señalar la condena de la invasión de Rusia, como el boicot de los productos rusos y la cancelación de los artistas rusos, corren un riesgo especial de hacer más daño que bien. Las prohibiciones y los boicots son armas poderosas, pero antes de desplegarlas, es vital asegurarse de que tenemos el objetivo correcto (los confidentes de Vladimir Putin, por ejemplo).
La ciencia del comportamiento nos dice que, cuando se enfrentan a una crisis, incluso los que toman decisiones con experiencia pueden caer en un "sesgo de acción" porque hacer algo se siente mejor que no hacer nada. Un ejemplo útil se puede encontrar en un partido de fútbol. En las tandas de penaltis, los porteros profesionales tienden a zambullirse, aunque la evidencia muestra que evitarían más goles si permanecieran en el centro de la portería.
En comparación con lo que está en juego en Ucrania, perder un partido de fútbol parece trivial, pero para el portero, la decisión de zambullirse (o no) tiene enormes consecuencias. El hecho de que los porteros, incluso con el incentivo y la información para tomar la decisión correcta, estén sesgados hacia acciones contraproducentes sugiere que un efecto similar puede atraparnos a cualquiera de nosotros.
Altruismo irreflexivo
Otro concepto que explica por qué las personas toman acciones contraproducentes es la "utilidad de responsabilidad". Esto describe el placer que se deriva de ser responsable de una acción virtuosa:el cálido resplandor que sentimos por haber hecho "lo correcto" o el derecho a fanfarronear que proviene de promover una buena causa. Esos derechos de fanfarronear son impulsores de comportamiento especialmente poderosos en la era de las redes sociales.
Si una organización artística ha programado a un artista ruso, la utilidad de responsabilidad recomienda eliminarlo del programa. El acto de dejar caer al artista es una señal destacada (aunque cruda) de que la organización condena un ataque inmoral. Una implicación preocupante es que la gente rusa común será castigada.
Los boicots que golpean a los críticos internos de Putin expulsan a un aliado especialmente útil del campo anti-Putin y refuerzan la afirmación de Putin de que Occidente tiene una agenda anti-rusa. Las prohibiciones y los boicots mal dirigidos debilitarán a la sociedad civil rusa, fortalecerán el poder de Putin en Rusia y dañarán las mismas instituciones que serán tan vitales para la estabilidad después del régimen de Putin.
Otro ejemplo de cómo la utilidad de la responsabilidad puede llevarnos por mal camino proviene de la investigación sobre donaciones caritativas. Lógicamente, podríamos esperar que la gente donara más para ayudar a un grupo de ocho personas en un desastre humanitario que para ayudar a una sola de esas ocho personas. Sin embargo, los resultados de los experimentos muestran de manera confiable que las personas ofrecen cantidades más altas si se les pide una donación para ayudar a una única víctima identificable que para salvar a esa persona y a un grupo de personas también.
Una explicación de esta anomalía es que, cuando solo hay que resolver el problema de una persona, podemos sentirnos orgullosos de que nuestra donación contribuyó en gran medida a marcar la diferencia. Cuando el destinatario es un grupo, la responsabilidad de haber solucionado el problema se diluye e incluso una gran donación puede sentirse como una gota en el océano.
Tomar mejores decisiones
Cuando esté considerando actuar en respuesta a la crisis de Ucrania, puede ser útil identificar la utilidad de la responsabilidad en sus propios motivos. Nuestra investigación sugiere que una forma de hacer esto es hacer las siguientes preguntas:"¿Qué se siente como lo correcto?" y "¿Cuáles son los resultados probables de esa acción para aquellos a quienes quiero ayudar?"
Si no puede articular claramente los beneficios de la acción para aquellos a quienes quiere ayudar, esto podría ser una señal de que su altruismo está siendo impulsado por la utilidad de la responsabilidad. Además, el simple hecho de hacer la pregunta podría generar acciones alternativas que lograrían mayores beneficios. Por ejemplo, si el objetivo es ayudar a las personas que se han quedado sin hogar en Ucrania, una pequeña investigación en línea revelará rápidamente que donar bienes no es tan útil como donar dinero en efectivo. Si desea brindar apoyo financiero, entonces la consideración de quién se beneficiará más de su dinero probablemente cambiará sus prioridades lejos de aquellos que poseen propiedades en Airbnb.
Cuando se trata del emotivo tema de Ucrania, existe la necesidad de ser fieles a nuestros corazones. Pero cuando hay tanto en juego y las consecuencias de nuestras acciones pueden escalar hasta tener una gran influencia, nos conviene detenernos y pensar antes de actuar.