Concepción artística del níquel transformando hidrocarburos en ácidos grasos. Las temperaturas más frías hacen que el CO2 del inserto de níquel se acerque más al final de la cadena. Crédito:© Ramón Andrade. 3DCiencia.com
(Phys.org) —Un equipo de investigadores del Instituto de Ciencia y Tecnología de Barcelona ha desarrollado una forma de producir ácidos grasos utilizando un catalizador de níquel junto con hidrocarburos. En su artículo publicado en la revista Naturaleza , el grupo describe su técnica y los usos que se le pueden dar. Matthew Gaunt y Patrick Williamson, de la Universidad de Cambridge, ofrecen un artículo de News &Views sobre el trabajo realizado por el equipo en el mismo número de la revista.
Los ácidos grasos se utilizan para elaborar una amplia variedad de productos, desde plásticos hasta jabones, caucho, drogas y comida. Son compuestos de cadena larga que generalmente son fáciles de preparar a partir de lípidos animales. Pero los resultados finales suelen tener diferentes longitudes de cadena, que requiere depuración. Los procesos actuales utilizados para fabricarlos generalmente sufren de varios factores que pueden aumentar los costos, como la creación de subproductos peligrosos y la necesidad de metales preciosos. En este nuevo esfuerzo, los investigadores han encontrado una forma de utilizar dióxido de carbono e hidrocarburos (alquenos isoméricos) para producir ácidos grasos individuales de formas muy específicas.
La nueva técnica implica el uso de un catalizador de níquel que se puede hacer "caminar" a lo largo de una cadena de hidrocarburos, permitiendo que se incorpore dióxido de carbono en un sitio de reacción deseado. El proceso de dos pasos comienza con la exposición de los alquenos al ácido bromhídrico, que agrega átomos de bromo e hidrógeno a través del enlace carbono-carbono. La segunda parte consiste en insertar un átomo de níquel en el enlace carbono-bromo, lo que da como resultado la formación de un enlace carbono-níquel. Las interacciones que siguen permiten que el níquel se pasee a lo largo de la cadena hasta que llegue a un punto en el que no se produzcan interacciones. El enlace luego reacciona con el dióxido de carbono para formar un solo producto de ácido carboxílico. El equipo señala que variar la temperatura a la que ocurre la reacción permite controlar cómo se desarrolla la reacción, incluida la inversión de la dirección de migración de la cadena.
Toni Moragas (izquierda) y Francisco Juliá observan el catalizador de níquel verde. Crédito:ICIQ
La ventaja de la nueva técnica es que permite usar materiales fácilmente disponibles y abre la puerta a la posibilidad de encontrar reactivos distintos al dióxido de carbono que podrían usarse en reacciones similares para crear productos hechos de alquenos.
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