Hay varios argumentos a favor de la matrícula universitaria gratuita. Una es que haría que la educación superior fuera más accesible para todos los estudiantes, independientemente de su estatus socioeconómico. Esto podría ayudar a nivelar el campo de juego y brindarles a todos la misma oportunidad de tener éxito en la universidad. Otro argumento es que la educación universitaria gratuita ayudaría a reducir el costo general de la educación superior, que ha aumentado constantemente durante décadas. Esto podría hacer que sea más asequible para los estudiantes obtener un título universitario y podría ayudar a reducir la cantidad de deuda por préstamos estudiantiles que asumen los estudiantes.
También hay una serie de argumentos en contra de la matrícula universitaria gratuita. Una es que su implementación sería demasiado costosa. El costo de brindar educación universitaria gratuita a todos los estudiantes sería de billones de dólares, y no está claro de dónde vendría el dinero. Otro argumento es que la gratuidad de la matrícula universitaria reduciría la calidad de la educación superior. Si todos los estudiantes pudieran asistir a la universidad de forma gratuita, habría menos incentivos para que las universidades compitieran por los estudiantes ofreciendo programas y servicios de alta calidad.
En última instancia, la decisión de ofrecer o no una universidad gratuita es compleja. Hay una serie de factores a considerar, incluido el costo, el impacto en la calidad de la educación superior y los beneficios potenciales para los estudiantes.