2. Homeostasis: Los seres vivos tienen la capacidad de mantener un ambiente interno relativamente estable, a pesar de los cambios en el ambiente externo. Este proceso, conocido como homeostasis, implica una variedad de mecanismos reguladores que trabajan juntos para mantener los parámetros críticos dentro de un rango estrecho. Por ejemplo, los seres vivos regulan su temperatura corporal, el pH de la sangre y los niveles de glucosa dentro de ciertos límites.