* Presencia de un núcleo: La característica más definitoria de un eucariota es la presencia de un núcleo unido a la membrana que alberga el material genético de la célula (ADN). Si ve una estructura redonda distinta dentro de la célula que contiene ADN, es un buen indicador de un eucariota.
* Presencia de orgánulos unidos a la membrana: Las células eucariotas están llenas de varios orgánulos unidos a la membrana, como mitocondrias, retículo endoplásmico, aparato de Golgi, lisosomas y más. Estos orgánulos realizan funciones especializadas dentro de la celda. Observar estas estructuras bajo un microscopio es un fuerte indicador de un eucariota.
* Tamaño más grande: En general, las células eucariotas son significativamente más grandes que las células procariotas. Esto se debe a la presencia del núcleo y otros orgánulos.
* Estructura interna más compleja: La presencia de un citoesqueleto, compuesta de microtúbulos y microfilamentos, es otra característica de las células eucariotas. Este andamio interno proporciona estructura y ayuda en el movimiento dentro de la célula.
Nota importante: Si bien estas observaciones son indicadores fuertes, no siempre es posible clasificar definitivamente una célula como eucariota basada únicamente en la observación visual. Las técnicas avanzadas, como el análisis genético, pueden ser necesarias para una determinación concluyente.