Era el tipo de tarea que cualquier costurera competente ha realizado cientos de veces antes:alterar jeans y camisetas. Pero había algo diferente en este trabajo. Aunque nuestro equipo de científicos pagaba por ello, no éramos sus clientes finales:la ropa debía ser usada por cerdos muertos.
Los cerdos y sus trajes especialmente confeccionados fueron fundamentales para la investigación realizada por nosotros, Devin Finaughty y nuestros colegas de la Universidad de Ciudad del Cabo (UCT) de Sudáfrica, un grupo de científicos forenses conocidos como tafonomistas. Estudiamos las fuerzas ambientales que impulsan cambios en un cuerpo después de la muerte. Un aspecto clave es estimar el tiempo desde la muerte, el tiempo transcurrido entre la muerte y la recuperación del cuerpo. Conocer este detalle puede ayudar a identificar a la persona y reconstruir las circunstancias que rodearon su muerte.
Los desafíos legales y éticos prohíben la investigación tafonómica utilizando restos humanos donados en la mayoría de los países. Actualmente, las instalaciones tafonómicas humanas sólo existen en Estados Unidos, Países Bajos, Australia y Canadá. Estas instalaciones se han propuesto en otros países, incluidos el Reino Unido y la India, pero no han superado la resistencia legal y pública.
Estas instalaciones humanas no son legales en Sudáfrica y, como resultado, se utilizan cerdos. Los cerdos, concretamente los que pesan alrededor de 60 kg, son útiles para los estudios de descomposición humana porque tienen similitudes anatómicas con los humanos. Se han utilizado en la investigación tafonómica desde la década de 1980.
Pero no es sólo el cuerpo humano el que se descompone después de la muerte. La ropa también se degrada y, para obtener información forense realista, se requiere ropa adaptada al cuerpo. Por eso una costurera fue tan central en este estudio. Una vez realizadas las modificaciones, curamos seis cadáveres de cerdo y los dejamos descomponer en dos hábitats de importancia forense en Ciudad del Cabo, uno en Delft, en las instalaciones de investigación del Consejo Sudafricano de Investigación Médica y otro en un área segura en el suburbio de Rosebank. P>
Descubrimos, en general, que la ropa de invierno retrasaba la descomposición. La ropa de verano aceleró el proceso. La pérdida de peso de la canal se vio directamente afectada por la actividad carroñera de la mangosta gris del Cabo (Galerella pulverulenta), que aceleró la tasa de descomposición. Y los cadáveres individuales dentro del mismo hábitat se descomponen más rápido que cuando se arrojan dos o más cadáveres juntos.
Estos hallazgos han ayudado a profundizar nuestra comprensión de cómo se secan (se secan o momifican) los tejidos blandos, lo cual es fundamental para mejorar la precisión de las estimaciones del tiempo transcurrido desde la muerte y puede ayudar en investigaciones criminales.
Este estudio, que formó parte del doctorado del Dr. Adams, es el último realizado por nuestro equipo de investigación, que ha estado recopilando datos desde 2014. El equipo tiene años de datos locales; por ejemplo, fuimos los primeros en demostrar que las mangostas hurgan en los cadáveres.
En este experimento nos centramos en la momificación. Este no es el proceso que podrías asociar con las prácticas del antiguo Egipto. Los veranos de Ciudad del Cabo son calurosos y con vientos secos; esto puede producir un raro fenómeno natural conocido como momificación precoz. Esto ocurre cuando el cuerpo se seca en menos de 30 días mediante la eliminación gradual de la humedad de los tejidos. Generalmente es el resultado de climas extremos, como en un desierto árido, y microambientes cálidos y secos, como en una casa sellada.
El fenómeno fue documentado por primera vez en Ciudad del Cabo en 2019 por miembros de nuestro equipo. Nuestro nuevo experimento buscó aprovechar esos hallazgos analizando las fuerzas ambientales específicas que impulsan la desecación en Ciudad del Cabo. Los tribunales de justicia prefieren datos cuantificables con bajos niveles de subjetividad, por lo que esto es fundamental para la justicia.
La ropa fue una parte clave de este experimento. Esto se debe a que la mayoría de los cadáveres encontrados al aire libre en el área de Ciudad del Cabo están vestidos con ropa apropiada para la temporada.
La mayoría de estos casos involucran a una sola persona fallecida. Elegimos la ropa para los cadáveres de cerdo basándonos en una encuesta previa de los elementos más comunes encontrados en casos forenses locales reales.
Un ingeniero eléctrico de la UCT, Justin Pead, nos ayudó a diseñar y desarrollar sensores que se insertaron en los cuerpos de los cerdos (uno en la cabeza, uno en el cuello y otro en la parte inferior del cuerpo). Estos dispositivos miden la resistividad del tejido a varias profundidades dentro de los cuerpos en descomposición, lo que está relacionado con la desecación del tejido.
Los sensores se probaron durante dos temporadas de verano y una de invierno. Los datos que recopilaron ilustran la compleja interacción entre las condiciones ambientales y los procesos de momificación.
En el intenso calor del verano, el cuerpo se secó rápidamente y los tejidos fueron perdiendo humedad gradualmente hasta alcanzar un estado de momificación en menos de 30 días. En el frío del invierno, los cuerpos alcanzaron una etapa de descomposición avanzada y perdieron alrededor de 20 kg de su peso inicial, pero nunca perdieron más peso y nunca alcanzaron la etapa esquelética. Las temperaturas más frías y los mayores niveles de humedad impidieron que se secaran. Ciudad del Cabo tiene condiciones lluviosas y tormentosas en invierno.
Medir la desecación para estimar el tiempo transcurrido desde la muerte abre nuevas vías de investigación. Tiene implicaciones para varias disciplinas. Los antropólogos forenses, tafonomistas forenses, ingenieros eléctricos y estadísticos tienen un papel que desempeñar.
Nuestro enfoque también ofrece al sistema judicial algunos datos más objetivos.
La integración de metodologías y tecnologías innovadoras, como el uso de sensores en placas de circuito impreso diseñadas a medida e insertadas en tejido en descomposición, es especialmente interesante. Promete cambiar las prácticas de tafonomía forense y mejorar la comprensión de los procesos post mortem en todas partes.
Proporcionado por The Conversation
Este artículo se vuelve a publicar desde The Conversation bajo una licencia Creative Commons. Lea el artículo original.