1. Calidad del aire:Los sistemas de transporte subterráneo suelen tener sistemas de ventilación y filtración de aire bien desarrollados, que ayudan a mantener la calidad del aire dentro de las estaciones y los trenes. Sin embargo, en sistemas más antiguos o con mal mantenimiento, podría haber niveles más altos de contaminantes, especialmente durante las horas pico.
2. Partículas:El tránsito subterráneo puede tener niveles más altos de partículas (PM), especialmente PM10 y PM2.5, que son pequeñas partículas de polvo, humo y otros contaminantes. La exposición a PM puede tener efectos adversos sobre la salud respiratoria y cardiovascular. Sin embargo, los trenes y estaciones más nuevos suelen tener sistemas mejorados de ventilación y filtración de aire para reducir los niveles de PM.
3. Escape de diésel:en algunas ciudades donde los sistemas de transporte subterráneo dependen de trenes propulsados por diésel, la exposición a los gases de escape de diésel puede ser una preocupación. Los gases de escape diésel contienen contaminantes nocivos, incluidos óxidos de nitrógeno y partículas, que se han relacionado con diversos problemas de salud.
4. Comodidad y aglomeración:el transporte subterráneo puede estar abarrotado durante las horas pico, lo que genera incomodidad y un riesgo potencialmente mayor de exposición a infecciones respiratorias u otras enfermedades transmisibles.
5. Efectos psicológicos:Algunas personas pueden experimentar sensaciones de ansiedad, claustrofobia o malestar al viajar bajo tierra. Sin embargo, estas experiencias varían de persona a persona.
En general, los efectos del transporte subterráneo sobre la salud deben considerarse dentro del contexto del estilo de vida general de un individuo y la exposición a otros factores ambientales. Si bien es esencial mantener una calidad del aire y una ventilación adecuadas en los sistemas de transporte subterráneo, estos beneficios deben equilibrarse con la conveniencia, la accesibilidad y la sostenibilidad ambiental del transporte público.
También vale la pena señalar que vivir en entornos urbanos generalmente expone a las personas a diversos contaminantes del aire de múltiples fuentes, incluido el tráfico, las actividades industriales y las obras de construcción. Por lo tanto, es crucial adoptar medidas para reducir la contaminación del aire y promover una calidad del aire más saludable en las áreas urbanas, independientemente del medio de transporte principal.