1. Confianza y Seguridad: Las mujeres jóvenes a menudo revelan el abuso a personas en las que confían, como amigos cercanos, familiares o profesionales (por ejemplo, consejeros, maestros, proveedores de atención médica). Sentirse segura y apoyada juega un papel crucial para que las mujeres se sientan cómodas al contar sus experiencias.
2. Empoderamiento y Conciencia: Una mayor conciencia sobre la violencia doméstica, la agresión sexual y el abuso en las relaciones a través de campañas educativas y en los medios ha empoderado a muchas mujeres jóvenes para reconocer y reconocer el comportamiento abusivo. Esta conciencia les ayuda a buscar ayuda y revelar sus experiencias.
3. Entorno de apoyo: Las escuelas, universidades y comunidades que fomentan un ambiente donde el abuso se toma en serio y se cree y se apoya a los sobrevivientes alientan a las mujeres jóvenes a contar sus historias.
4. Apoyo de pares y modelos a seguir: Escuchar historias de compañeros, amigos o figuras públicas que han compartido sus propias experiencias de abuso puede motivar a las mujeres jóvenes a buscar ayuda. Los modelos a seguir que hablan abiertamente de sus luchas pueden normalizar la divulgación y proporcionar una sensación de validación.
5. Protecciones legales: Leyes y políticas más estrictas que protegen a los sobrevivientes y mejoran las consecuencias legales para los perpetradores alientan a las mujeres a denunciar los abusos, sabiendo que pueden acceder a asistencia y apoyo legal.
6. Plataformas online y redes sociales: Las plataformas de redes sociales y los foros en línea se han convertido en espacios donde las mujeres pueden compartir sus experiencias, buscar apoyo y conectarse con otras que han pasado por situaciones similares. Esto puede empoderarlos para revelar su propio abuso.
7. Rompiendo el ciclo del abuso: Algunas mujeres jóvenes revelan el abuso en sus primeras relaciones porque reconocen los patrones negativos y quieren romper el ciclo de abuso en sus vidas. Entienden la importancia de buscar ayuda para prevenir daños futuros a ellos mismos y potencialmente a sus parejas.
8. Preocupaciones de salud a largo plazo: El abuso puede provocar problemas de salud física, mental y emocional. Cuando estos se vuelven demasiado abrumadores o perturbadores, las mujeres jóvenes pueden buscar apoyo y revelar el abuso para acceder a la atención y el tratamiento adecuados.