Serie temporal individual representativa de protagonismo/capital social para individuos de diferente calidad y protagonismo/capital social inicial. Crédito:Instituto Santa Fe
Considere dos historias:la primera, sobre un niño que recibe toda la atención. Es el chico genial de la clase que proviene de una familia conocida. Parece volar por la vida. Cuando se equivoca, a pocos parece importarles. Cuanto más popular es, más amado se vuelve. La segunda:una niña que no puede prosperar. Ella lo intenta y lo intenta, sin éxito. Es inteligente y amable, pero tiene pocos amigos. Cuanto más la rechazan, más se desalienta.
¿El chico merece su posición? ¿O su estatus asegura su éxito? ¿Está la niña atrapada en un sistema que la retiene? ¿O la realidad está en algún punto intermedio?
Estas son preguntas exploradas en un nuevo artículo que surgió de las conversaciones de pasillo entre los ex postdoctorados de SFI Eleanor Power y Marion Dumas (ambos de la Escuela de Economía y Ciencias Políticas de Londres), y su colega Jessica Barker (Universidad de Aarhus y el Departamento de Salud y Salud de Alaska). Servicios sociales). El trío desarrolló un modelo analítico y basado en agentes para evaluar la interacción de la reputación, la prominencia social y el capital social. La investigación se basa en el trabajo etnográfico de Power entre los indios del sur que realizan intensos actos de devoción religiosa, como caminar sobre fuego y perforarse el cuerpo en agradecimiento a una diosa hindú.
Power reconoció que la participación religiosa está ligada al estatus y la fuerza de las redes de apoyo social de uno. Cuanto más devotamente te comportes, mayor será tu reputación. Pero no todo es igual:algunos aldeanos de bajo estatus, en particular las mujeres y los dalits, no obtienen los mismos beneficios de sus acciones. Y sus errores, por ejemplo, tropezar con brasas, pueden verse como un castigo divino.
Power tuvo el presentimiento de que sus observaciones reflejaban la influencia del estatus en los costos y beneficios de las acciones religiosas de las personas. Sus compañeros le dijeron:"Creo que puedes modelar eso", dice Power.
Su investigación revela un mundo que no es blanco ni negro. La calidad es a menudo reconocida y recompensada, como se esperaba. Pero a veces las personas no merecen la prominencia que mantienen, mientras que otras, atrapadas en una "trampa de pobreza reputacional", carecen del apoyo social necesario para tener éxito. Como dice Power, su trabajo "habla del desorden del mundo".
El artículo aparece en una edición especial de Philosophical Transactions of the Royal Society B , coeditado por Power y dedicado a la investigación multidisciplinar sobre cooperación y reputación. "Lo que es único al respecto, de una manera muy SFI, es la diversidad de enfoques", dice ella. "Estos son conceptos centrales de las ciencias del comportamiento que se persiguen a lo largo de múltiples vías".