El estudio, realizado por investigadores de la Universidad de California, Berkeley, se centró en una población de ardillas zorro en el Área de la Bahía de San Francisco. Los investigadores observaron casos en los que ardillas hembras adultas asumieron la responsabilidad de cuidar cachorros huérfanos que no eran suyos.
En un caso particularmente conmovedor, se vio a una ardilla hembra llamada "Nutmeg" amamantando y cuidando a un cachorro huérfano que había perdido a su madre. Nutmeg permitió que el cachorro huérfano compartiera su nido y le proporcionó alimento y protección. El cachorro prosperó bajo el cuidado de Nutmeg y finalmente creció hasta la edad adulta, integrándose con éxito en la comunidad de ardillas.
Los investigadores también observaron casos en los que ardillas macho participaron en la adopción de cachorros huérfanos. En estos casos, las ardillas macho ayudarían a proteger y cuidar a los cachorros huérfanos, brindando apoyo adicional a las madres adoptivas.
Los hallazgos del estudio sugieren que las ardillas poseen un nivel de complejidad social y emocional que anteriormente se subestimaba. Su voluntad de adoptar y cuidar cachorros huérfanos resalta su capacidad de empatía y compasión, desafiando la visión tradicional de las ardillas como criaturas puramente egoístas.
Los investigadores creen que el comportamiento de adopción en las ardillas puede haber evolucionado como una forma de aumentar las posibilidades de supervivencia de los cachorros huérfanos y mantener la estabilidad de la población de ardillas. Al brindar atención y apoyo, los padres adoptivos se aseguran de que los cachorros huérfanos tengan la oportunidad de crecer y contribuir a la comunidad.
El estudio también arroja luz sobre las intrincadas dinámicas sociales dentro de las comunidades de ardillas, revelando que estos animales son capaces de formar vínculos estrechos y participar en un comportamiento cooperativo que va más allá de las relaciones biológicas.
En general, los hallazgos permiten vislumbrar las profundidades ocultas del comportamiento de las ardillas y desafían las percepciones convencionales que tenemos de estos animales comunes. Al parecer, las ardillas no sólo son juguetonas y traviesas, sino que también poseen una sorprendente capacidad de compasión y cariño.