Crédito:Pixabay/CC0 Dominio público
Las laderas son características esenciales del paisaje. Atan físicamente las crestas a los valles y vinculan los ecosistemas terrestres y acuáticos a través de sedimentos, agua y nutrientes. Comprender cómo interactúan las laderas es fundamental para comprender cómo se adaptarán los paisajes frente al cambio climático y otros factores de estrés provocados por el hombre.
Las laderas están formadas principalmente por dos fuerzas:la tectónica y el clima. Los impulsores tectónicos, como la elevación, definen la pendiente y la concavidad. El clima dicta la precipitación y establece la relación entre la ladera de una colina y los canales de corriente acoplados.
En un nuevo estudio publicado en Geophysical Research Letters , Husic y Michalek analizan los controles tectónicos y climáticos sobre la estructura y la conectividad de las laderas. Su objetivo era comprender cómo la conectividad de las laderas afecta la ocurrencia de inundaciones, deslizamientos de tierra y humedales. Utilizando las entradas del modelo de elevación digital con una resolución de 10, 30 y 90 metros, los autores aplicaron un cálculo llamado índice de conectividad (IC) a los Estados Unidos continentales. El índice calcula la fuerza de los vínculos entre un punto topográfico y un cuerpo de agua río abajo, como un arroyo o un lago.
Los resultados de IC dieron como resultado 75 mil millones de puntos de ladera que abarcan los Estados Unidos. Los investigadores compararon los resultados del modelo con datos topográficos, sísmicos y meteorológicos disponibles públicamente para determinar qué variable explicaba mejor los vínculos de las laderas. Luego, evaluaron la influencia de los vínculos de las laderas en la ocurrencia de deslizamientos de tierra, inundaciones y humedales.
Los resultados mostraron que la conectividad de las laderas varía mucho según la ubicación. Sin embargo, en todos los terrenos, la tectónica surgió como el control de primer orden sobre la conectividad y el clima tuvo una influencia menor. Los autores encontraron que las laderas altamente conectadas son más susceptibles a los deslizamientos de tierra, mientras que las laderas pobremente asociadas presentan una mayor densidad de humedales. La pendiente del río fue la variable más destacada que definió la relación entre la tectónica y la conectividad de las laderas.
Los autores crearon un sitio web público para promover su trabajo y traducir los resultados en herramientas útiles para los administradores de tierras.
Esta historia se vuelve a publicar por cortesía de Eos, organizada por la Unión Geofísica Estadounidense. Lea la historia original aquí. Evolución del paisaje y peligros