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Más de 70 millones de personas viven en la Gran Área de la Bahía de China, una megalópolis en auge que incluye a Hong Kong, Macao, y otras nueve ciudades importantes. La contaminación del aire es un importante problema de salud pública en esta región y en toda China. Aunque las recientes reducciones de emisiones han reducido la exposición a algunos contaminantes, otras emisiones han aumentado, y persisten los riesgos para la salud.
Ahora, la investigación de Conibear et al. sugiere que las políticas destinadas a reducir tanto el uso de combustibles sólidos residenciales como las emisiones de fertilizantes agrícolas en áreas rurales fuera del Área de la Bahía podrían mejorar la calidad del aire tanto dentro del Área de la Bahía como en toda China.
Para alcanzar estos hallazgos, los autores realizaron un análisis cuantitativo de varios escenarios de políticas de calidad del aire y su impacto potencial. Los investigadores combinaron un modelo de transporte químico regional con un modelo epidemiológico para simular los escenarios y estimar las tasas de exposición y los efectos en la salud resultantes.
En las simulaciones, Reemplazar el 50% del uso residencial de combustible sólido, como la quema de leña para cocinar y calentar, con gas licuado de petróleo fuera del Área de la Bahía, redujo la exposición de las personas a las partículas finas (PM2.5) en un 3% dentro del Área de la Bahía y en 15 % en China. Según los científicos, esta disminución evitaría 191, 400 muertes prematuras al año.
Mientras tanto, Las simulaciones de una reducción del 30% en las emisiones de amoníaco por el uso de fertilizantes agrícolas fuera del área metropolitana de la bahía dieron como resultado una reducción del 3% en la exposición a PM2.5 dentro del área metropolitana de la bahía y una reducción del 4% en toda China. lo que excluiría 56, 500 muertes prematuras al año. La reducción de las emisiones del uso residencial de combustibles sólidos reduciría tanto la exposición a PM2.5 como al ozono, pero las políticas alternativas podrían aumentar los niveles de ozono, el análisis mostró.
En la actualidad, no existen políticas para apuntar específicamente al uso residencial de combustibles sólidos y las emisiones agrícolas en el sur de China. Los autores señalan que los esfuerzos para abordar esta oportunidad requerirán la cooperación en toda la región, tanto dentro como fuera del área metropolitana de la bahía.
Esta historia se vuelve a publicar por cortesía de Eos, alojado por la American Geophysical Union. Lea la historia original aquí.