1. Movimiento de la placa tectónica (más común): La corteza de la tierra está compuesta de placas grandes y móviles llamadas placas tectónicas. Cuando estas placas chocan, se deslizan entre sí o se separan, el estrés resultante puede hacer que las rocas se rompan, liberando energía en forma de ondas sísmicas.
* Límites convergentes: Las placas chocan, y una placa puede deslizarse debajo de la otra (subducción). Esto puede conducir a terremotos poderosos. Las montañas de los Andes y el anillo de fuego del Pacífico son ejemplos principales.
* Transformar límites: Las placas se deslizan entre sí horizontalmente. Esto puede causar terremotos como la falla de San Andreas en California.
* límites divergentes: Las placas se separan, creando una nueva corteza. Esto puede conducir a terremotos menos poderosos, a menudo asociados con la actividad volcánica.
2. Actividad volcánica: Las erupciones volcánicas pueden causar terremotos. El movimiento del magma debajo de la superficie de la Tierra puede crear una presión que conduce a rupturas y actividad sísmica.
3. Actividad humana: Si bien es menos común, las actividades humanas como la minería, la construcción de presas y la inyección de aguas residuales a veces pueden desencadenar terremotos. Estas actividades pueden alterar el estrés en las fallas existentes, haciéndolas más propensas a la ruptura.
Es importante tener en cuenta que los terremotos pueden ocurrir debido a una combinación de estos factores, y su magnitud e impacto pueden variar mucho.