Los microplásticos y los patógenos son contaminantes conocidos de los entornos marinos y plantean riesgos potenciales tanto para la salud humana como para los ecosistemas. Estudios han detectado la presencia de microplásticos en varias especies de mariscos, lo que sugiere su acumulación en la cadena alimentaria marina. Los posibles efectos sobre la salud de la ingestión de microplásticos en humanos todavía se están investigando y comprendiendo. Además, ciertas especies de mariscos pueden concentrar patógenos dentro de sus tejidos, creando un posible problema de seguridad alimentaria si no se abordan. Para minimizar estos riesgos, el cumplimiento de las normas de seguridad alimentaria y los programas de seguimiento periódicos son medidas importantes para garantizar la seguridad del consumo de mariscos.