Esta hipótesis sugiere que los aminoácidos pueden haber surgido a partir de compuestos inorgánicos simples mediante una serie de reacciones químicas. Los científicos postulan que condiciones como las altas temperaturas, la actividad volcánica y la presencia de catalizadores específicos, posiblemente incluyendo iones metálicos o minerales, podrían haber facilitado la formación de moléculas orgánicas, incluidos aminoácidos, a partir de precursores más simples.
Los respiraderos hidrotermales en el fondo del océano emiten fluidos calientes ricos en minerales que podrían haber proporcionado un entorno favorable para el origen de la vida. Estos respiraderos expulsan diversos gases y minerales, incluidos hidrógeno, metano y sulfuro de hierro. Se sugiere que las reacciones químicas que ocurren dentro y alrededor de estos respiraderos podrían haber facilitado la formación de moléculas orgánicas, incluidos aminoácidos.
En 1976, el meteorito carbonoso Murchison cayó en Australia y contenía varias moléculas orgánicas, incluida una amplia gama de aminoácidos. La presencia de estos compuestos en meteoritos sugiere la posibilidad de su origen extraterrestre y su llegada a la Tierra primitiva. Los científicos creen que eventos similares podrían haber contribuido al conjunto de moléculas orgánicas disponibles en el planeta primitivo.