Actualmente es incierto si alguna vez sabremos si TRAPPIST-1e tiene vida y está sujeto a una serie de factores. Algunos astrónomos creen que es posible aprender con nuestros telescopios terrestres si TRAPPIST-1e tiene océanos en su superficie y hay una pizca de metano en su atmósfera, un indicador de vida biológica en muchos entornos terrestres.
El telescopio espacial James Webb se lanzó a fines de 2021 y podría ayudar a confirmar estas suposiciones, o no, dependiendo de cómo resulten exactamente TRAPPIST-1e y TRAPPIST-1 en su conjunto cuando se observen en longitudes de onda infrarrojas desde el espacio.