Medusas juveniles de Turritopsis dohrnii recolectadas de pólipos de Santa Caterina, Nardò, Italia. Crédito:María Pascual-Torner
Un equipo de investigadores de la Universidad de Oviedo en España informa hallazgos que podrían explicar cómo la medusa Turritopsis dohrnii puede vivir, al menos en teoría, para siempre. En su artículo publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences , el grupo describe la secuenciación del genoma de la medusa y un pariente mortal cercano para ver si podían detectar diferencias pertinentes.
Investigaciones anteriores han demostrado que T. dohrnii comienza su vida como una larva que flota en el mar. En algún momento, se adhieren al fondo del mar y poco después comienzan a brotar como pólipos. Luego, se clonan repetidamente como un medio para formar una colonia. Una vez madura, la colonia comienza a producir medusas maduras. La mayoría de las otras medusas se reproducen de la misma manera, pero su historia termina ahí:si la colonia tiene problemas, puede morir. Pero cuando T. dohrnii tiene problemas, las cosas son diferentes. Una de las medusas puede transformarse en un quiste, similar a su pólipo original, y adherirse al fondo del mar en una nueva ubicación y reiniciar todo el ciclo. Debido a que se reproduce a través de la clonación, la criatura en realidad nunca muere; alguna versión de sí misma continúa viviendo, posiblemente indefinidamente.
En este nuevo esfuerzo, los investigadores querían saber cómo la medusa es capaz de reciclarse a sí misma. Para averiguarlo, capturaron muestras y realizaron la secuenciación del genoma completo. Una vez que tuvieron todo el genoma, hicieron lo mismo con un pariente muy cercano de T. dohrnii, Turritopsis rubra, que no es inmortal. Luego buscaron las diferencias en los genomas que permitieron que uno viviera para siempre mientras que el otro perecía cuando surgían problemas.
Pólipo de Turritopsis dohrnii de una colonia generada por una sola medusa rejuvenecida. Crédito:María Pascual-Torner
Los investigadores encontraron que T. dohrnii tenía el doble de genes asociados con la reparación y protección de genes que T. rubra. Y también tenía mutaciones que permitían atrofiar la división celular y evitar que los telómeros se rompieran. Los investigadores también notaron que durante el tiempo en que la gelatina se estaba metamorfoseando, algunos genes relacionados con el desarrollo cambiaron de nuevo al estado en que la gelatina todavía era solo un pólipo.
© 2022 Red Ciencia X ¿Qué hace una medusa?