Según los hallazgos del estudio, las mujeres blancas en el sur anterior a la guerra estaban muy involucradas en los aspectos económicos de la esclavitud, a menudo como copropietarias de plantaciones y como mano de obra esclava. Muchas mujeres heredaron esclavos de sus padres o maridos y administraron activamente sus propiedades, tomando decisiones sobre la compra, venta y trato de los esclavos.
Un ejemplo notable es el caso de Martha Wayles Skelton Jefferson, la esposa de Thomas Jefferson. Skelton Jefferson poseía más de 135 esclavos y administraba activamente sus plantaciones, tomando decisiones sobre la producción de cultivos y el trabajo esclavo. También se dedicó a la trata de esclavos, comprando y vendiendo esclavos para aumentar su riqueza.
De manera similar, Eliza Lucas Pinckney, una figura prominente de Carolina del Sur, era propietaria y administraba una gran plantación y era conocida por su experiencia en el cultivo de índigo. Participó activamente en las operaciones de la plantación, supervisando el trabajo de los esclavos y tomando decisiones sobre las prácticas agrícolas.
Más allá de la propiedad directa, las mujeres blancas también se beneficiaron indirectamente de la institución de la esclavitud. La economía de las plantaciones, que dependía de la explotación de la mano de obra esclavizada, generó importantes riquezas y recursos. Esta riqueza a menudo beneficiaba a las mujeres a través de sus maridos, padres u otros parientes varones que participaban directamente en la economía esclavista.
Por ejemplo, las ganancias del trabajo esclavo permitieron a muchas familias blancas permitirse lujos como casas lujosas, ropa fina y una educación costosa para sus hijos. Las mujeres de estas familias se beneficiaron de esta riqueza, aunque es posible que ellas mismas no hayan estado directamente involucradas en la economía esclavista.
Además, el estudio destaca el papel de las mujeres como perpetuadoras de las ideologías y prácticas racistas que apoyaron la institución de la esclavitud. Las mujeres blancas a menudo tenían opiniones prejuiciosas hacia los individuos esclavizados y desempeñaron un papel importante en la configuración de las normas y costumbres sociales que reforzaron la dinámica de poder entre blancos y negros.
En conclusión, la investigación expone el papel complejo y multifacético de las mujeres en la esclavitud estadounidense. Si bien las mujeres no solían ocupar puestos formales de poder, participaban activamente en los aspectos económicos, sociales y culturales de la institución. Al reconocer la participación de las mujeres en la esclavitud, los historiadores pueden brindar una comprensión más completa y matizada de este capítulo oscuro de la historia estadounidense.