Una forma en que las hormigas pueden detectar trampas es mediante el uso de sus antenas. Las hormigas tienen un sentido del olfato muy sensible y pueden usar sus antenas para detectar las feromonas que liberan otras hormigas. Cuando una hormiga detecta una feromona asociada con el engaño, se volverá agresiva e incluso puede atacar a la hormiga tramposa.
Otra forma en que las hormigas pueden detectar trampas es observando el comportamiento de otras hormigas. Las hormigas son insectos muy observadores y pueden aprender rápidamente a reconocer el comportamiento de los tramposos. Por ejemplo, las hormigas que son sorprendidas haciendo trampa pueden tener más probabilidades de evitar el trabajo o robar comida de otras hormigas.
Cuando las hormigas detectan a un tramposo, a menudo lo castigan. El castigo puede variar desde una simple advertencia hasta la expulsión de la colonia. En algunos casos, las hormigas pueden incluso matar a los tramposos.
Hacer trampa es un problema grave para las colonias de hormigas, y las hormigas han desarrollado varias formas de detectar y castigar a los tramposos. Estos mecanismos ayudan a mantener el orden y la cooperación dentro de las colonias de hormigas.