Actualmente, los semáforos suelen programarse utilizando datos históricos, lo que puede provocar congestión durante eventos inesperados, como accidentes o cierres de carreteras.
El nuevo sistema adopta un enfoque diferente al utilizar cámaras y sensores para monitorear el tráfico en tiempo real y ajustar los tiempos de los semáforos para optimizar el flujo.
Además, el sistema también puede tener en cuenta los horarios del transporte público, dando prioridad a los autobuses y tranvías en las intersecciones.
El proyecto está dirigido por la Universidad Tecnológica de Eindhoven y se espera que esté terminado en 2025. Si tiene éxito, el sistema podría implementarse en otras ciudades del mundo, revolucionando potencialmente la gestión del tráfico.
Estos son los beneficios del nuevo sistema de gestión del tráfico:
-Reducción de la congestión del tráfico:el sistema utiliza datos en tiempo real para optimizar el flujo del tráfico y minimizar los retrasos.
-Mejora de la fiabilidad del transporte público:el sistema da prioridad a los autobuses y tranvías, garantizando que puedan operar según lo previsto.
-Reducción de emisiones:al reducir la congestión y el ralentí, el sistema puede ayudar a reducir las emisiones y mejorar la calidad del aire.
-Seguridad mejorada:el sistema puede ayudar a reducir los accidentes al evitar que los vehículos se salten los semáforos en rojo o excedan la velocidad.
-Uso más eficiente de los recursos:el sistema puede ayudar a reducir la necesidad de ampliación de carreteras y otros proyectos de construcción importantes.