1. Lucha con toros:
Para desarrollar fuerza y habilidades de agarre, los atletas practicaban una práctica única conocida como "taurokathapsia", donde luchaban con toros jóvenes o entrenaban con pesados muñecos de cuero hechos para parecerse a toros. Este exigente ejercicio ayudó a desarrollar la fuerza física y la agilidad.
2. Dieta basada exclusivamente en carne:
Los atletas de la antigua Grecia seguían una dieta estricta basada únicamente en carne, evitando incluso el pescado. Este enfoque tenía como objetivo aumentar la ingesta de proteínas y la masa muscular. Las carnes de res, cerdo y caza eran alimentos básicos en su dieta, lo que garantizaba que tuvieran suficiente ingesta calórica para soportar sus intensas actividades físicas.
3. Régimen espartano:
Los espartanos eran famosos por sus estrictas prácticas de entrenamiento. Sus atletas seguían un estilo de vida espartano que incluía dormir lo mínimo, hacer ejercicio frecuente al aire libre y una dieta baja en carbohidratos. La dieta espartana consistía principalmente en carne, queso y verduras, centrándose en las proteínas magras.
4. Rituales y Supersticiones:
Los deportistas olímpicos también observaron varios rituales y supersticiones para asegurar el éxito. Los atletas hacían sacrificios a los dioses, rezaban y participaban en rituales específicos antes de las competiciones. También siguieron restricciones dietéticas, como abstenerse de ciertos alimentos que se creía que los debilitaban.
5. Prohibiciones sexuales:
Algunas fuentes sugieren que los atletas que practicaban para los Juegos Olímpicos observaban un período de abstinencia sexual antes de las competiciones. Se creía que esto conservaba la energía corporal vital y mantenía la pureza física para los juegos.
6. Masajes y Baños con Aceites:
Los atletas utilizaron aceite de oliva como humectante y como ayuda para masajes para ayudar con la recuperación muscular. También se bañaban frecuentemente para mantener la higiene personal y eliminar la suciedad y el sudor del entrenamiento.
7. Hidratación:
Una hidratación adecuada era esencial para los antiguos olímpicos. Bebían grandes cantidades de agua y, en ocasiones, consumían vino diluido para reponer los líquidos y electrolitos perdidos durante las intensas sesiones de entrenamiento.
8. Preparación mental:
Además del entrenamiento físico, los deportistas también se centraron en la preparación mental. Emplearon técnicas de visualización y practicaron un diálogo interno positivo para aumentar la confianza y la resiliencia durante las competiciones.
Si bien los métodos de entrenamiento de los antiguos atletas olímpicos pueden parecer rudimentarios según los estándares actuales, su dedicación y disciplina sentaron las bases del entrenamiento atlético moderno. Sus prácticas ofrecen una visión de los orígenes tempranos de la ciencia del deporte y hasta dónde han llegado los atletas a lo largo de la historia para lograr el máximo rendimiento.