Uno de los argumentos clave a favor de la interpretación monetarista es el hecho de que los objetos de bronce a menudo se encontraban en tesoros, más que en contextos cotidianos. Los autores del estudio sostienen que esto sugiere que los objetos de bronce se almacenaban como una forma de riqueza, en lugar de usarse con fines prácticos. Además, los investigadores descubrieron que la composición de los objetos de bronce variaba significativamente:algunos objetos contenían niveles más altos de cobre y otros niveles más altos de estaño. Esto sugiere que el bronce se estaba aleando de manera deliberada, en lugar de simplemente producirlo a partir de cualquier material disponible.
El estudio también examina la distribución de objetos de bronce en la región nórdica. Los investigadores descubrieron que los objetos de bronce eran más comunes en áreas con altos niveles de comercio y actividad económica. Esto sugiere que los objetos de bronce se utilizaban para facilitar el comercio y el comercio, en lugar de simplemente usarse como adorno o prestigio personal.
La interpretación monetarista de la economía de la Edad del Bronce ha sido debatida durante décadas, y algunos estudiosos han argumentado que los objetos de bronce se utilizaban principalmente por su valor práctico o estético, más que como moneda. El nuevo estudio proporciona pruebas sólidas que respaldan la interpretación monetarista, lo que sugiere que los objetos de bronce desempeñaron un papel importante en el sistema económico de la Edad del Bronce nórdica.
Además de proporcionar nuevos conocimientos sobre la economía de la Edad del Bronce, el estudio también tiene implicaciones para nuestra comprensión del desarrollo del dinero. Los hallazgos sugieren que el uso del bronce como moneda precedió al desarrollo del dinero acuñado, que normalmente se asocia con el surgimiento de las civilizaciones griega y romana. Esto desafía la visión tradicional de que el desarrollo del dinero fue un proceso unilineal y sugiere que diferentes culturas pueden haber desarrollado sus propias formas únicas de moneda, independientes entre sí.