Una de las principales diferencias entre Baxter y otros robots industriales es el precio. La compra de la mayoría de los robots industriales cuesta $ 100,000 o más, y mucho más para mantener y operar debido a la necesidad de que los programadores escriban el código que los controla [fuente:Kelly]. Por lo general, también necesitan contar con entornos especializados construidos a su alrededor para trabajar de manera eficiente y mantener seguros a los humanos, por lo que también hay que tener en cuenta los costos de ingeniería y construcción. Esto requiere una inversión sustancial, tanto a corto como a largo plazo, que posiblemente sume cientos de miles de dólares.
Baxter, por otro lado, cuesta $22,000 como modelo base, que incluye un año de garantía y un año de actualizaciones de software [fuente:Rethink Robotics]. También puede obtener una garantía de tres años por una tarifa adicional. Rethink logró mantener el precio bajo teniendo en cuenta los costos durante el proceso de diseño y trabajando con proveedores de piezas para determinar qué capacidades podrían aportar sus productos a Baxter. También tiene muchas piezas de plástico. Debido a su bajo costo, Baxter debería estar al alcance de pequeñas y medianas empresas que actualmente no pueden permitirse la automatización mediante robótica. Rethink estima que el costo de operación asciende a aproximadamente $4,00 por hora.
Y en lugar de requerir que personal técnico de alto nivel pase días, semanas o meses programando (mediante código o usando un botón colgante), Baxter requiere mucha menos experiencia y tiempo para instruir que la mayoría de los robots industriales. Tiene una interfaz de usuario algo intuitiva a través de las expresiones faciales y las indicaciones que se muestran en su pantalla. Una persona sin conocimientos técnicos puede enseñarle qué hacer mediante el movimiento del brazo y presionando simples botones, y puede dominar una nueva tarea en aproximadamente media hora. También se requiere poco montaje o configuración. Sólo se necesita aproximadamente una hora para que Baxter esté en funcionamiento una vez que se saca de la caja.
También existen enormes diferencias en seguridad y flexibilidad. Otros robots industriales típicos deben mantenerse en jaulas o encerrados lejos de los humanos, para que sus movimientos rígidos, rápidos y poderosos no dañen o maten a alguien. Sus entornos de trabajo deben diseñarse en torno a ellos, en lugar de que encajen en entornos existentes ocupados por humanos. Baxter puede trabajar junto a humanos sin riesgo de lesionarlos gracias a sus funciones de seguridad integradas. Puede adaptarse a su entorno gracias a una serie de sensores y ha sido programado para tener un cierto nivel de sentido común. Por ejemplo, sabe que si deja caer un objeto, necesita detenerse y recuperar otro antes de continuar su movimiento. Y puede ajustarse en consecuencia si una cinta transportadora acelera o desacelera. La adaptabilidad y seguridad de Baxter permiten colocarlo en una línea de montaje existente sin demasiados problemas.
Baxter tiene algunas limitaciones porque no es tan rápido ni preciso como los robots de fábrica existentes y no puede levantar objetos pesados. Es más experto en lo humano que en lo sobrehumano. Esto significa que, en lugar de reemplazar los robots existentes, Baxter podría usarse para desempeñar nuevos roles, de modo que las tareas manuales actuales, pero mundanas, pudieran automatizarse de manera relativamente económica.