Es probable que los seres humanos adopten los pensamientos, creencias y comportamientos de quienes los rodean. Decisiones simples, como en qué tienda local es mejor comprar, hasta decisiones más complejas, como vacunar a un niño, están influenciadas por estos patrones de comportamiento y discurso social.
"Elegimos estar en redes, tanto en línea como fuera de línea, que sean compatibles con nuestro propio pensamiento", explicó Amin Rahimian, profesor asistente de ingeniería industrial en la Escuela de Ingeniería Swanson de la Universidad de Pittsburgh. "El contagio social del comportamiento a través de las redes puede ayudarnos a comprender cómo y por qué se adoptan nuevas normas, productos e ideas."
Inicialmente, los investigadores pensaron que los vínculos altamente agrupados que están muy juntos en redes creaban el ambiente perfecto para la propagación de comportamientos complejos que requieren un refuerzo social significativo. Sin embargo, Rahimian, junto con un equipo de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y la Universidad de Harvard, contradicen estas ideas.
Los vínculos largos, que se crean a través de bordes reconectados aleatoriamente que los hacen "más largos", aceleran la propagación de contagios sociales. Por ejemplo, en la era de las redes sociales, los vínculos prolongados pueden facilitar un alcance más amplio entre diferentes grupos demográficos y poblaciones heterogéneas. En lugar de simplemente comunicarse con el vecino, uno también puede conectarse con alguien en otro estado, incluso en otro país.
Utilizando métodos matemáticos y estadísticos, los investigadores pudieron analizar la tasa de propagación sobre redes circulares con vínculos largos y demostrar que tener una pequeña probabilidad de adopción por debajo del umbral de contagio es suficiente para garantizar que el recableado aleatorio acelere la propagación de estos contagios.
"Los mecanismos que identificamos para la distribución en redes circulares siguen siendo válidos en dimensiones superiores", explicó Rahimian.
Dinámicas de redes similares surgen en el estudio de la actividad neuronal en el cerebro.
"Estamos interesados en las implicaciones de estos resultados para una mejor comprensión de las estructuras de red que facilitan la propagación de la actividad explosiva en varias regiones del cerebro", explicó Jonathan Rubin, profesor del Departamento de Matemáticas de Pitt.
Esta investigación sugiere que aquellos que quieran lograr una difusión rápida y total se beneficiarían de la implementación de puntos de intervención en vecindarios de la red con conexiones de largo plazo a otras regiones de la red, explicó Dean Eckles, profesor asociado de marketing en el MIT.
"Más trabajos podrían estudiar este tipo de estrategias para sembrar comportamientos complejos", continuó Eckles.
El artículo, "Los lazos largos aceleran los contagios ruidosos basados en umbrales", se publicó recientemente en Nature Human Behavior.
Otros investigadores del proyecto incluyen a Elchanan Mossel, profesor de Matemáticas en el MIT, y Subhabrata Sen, profesor asistente de Estadística en la Universidad de Harvard.
Más información: Dean Eckles et al, Los lazos largos aceleran los contagios ruidosos basados en umbrales, Nature Human Behaviour (2024). DOI:10.1038/s41562-024-01865-0
Información de la revista: Naturaleza Comportamiento Humano
Proporcionado por la Universidad de Pittsburgh