Crédito:Shutterstock/BOOCYS
Cada año, cientos de millones de personas en todo el mundo se mudan a otro país, y muchos de ellos buscan seguridad económica para ellos y sus familias.
Y la investigación sugiere que, en general, logran lograr esto. Los migrantes económicos tienden a terminar financieramente mejor en su país de destino que en su país de origen.
Pero, ¿volverse más rico los hace más felices? Nuestra nueva investigación sugiere que esto depende de cómo los inmigrantes gastan su dinero. Y si lo usan de maneras que puedan ayudarlos a lidiar con la soledad y el aislamiento que pueden surgir al mudarse a un nuevo país.
Los migrantes no siempre se sienten bienvenidos porque para algunas personas en los países de acogida, la idea misma de la migración sigue siendo una fuente de controversia e indignación. La retórica anti-inmigrante en los medios y en la esfera política no ayuda, por supuesto. Y los eventos globales pueden empeorar las cosas aún más, como cuando el COVID paralizó el mundo y muchos migrantes reportaron mayores niveles de discriminación.
Como resultado, sentirse aislado y excluido socialmente se encuentra entre algunos de los factores más estresantes que enfrentan los migrantes en su país de destino. En el Reino Unido, un informe reciente sugirió que el 58 % de los migrantes consideraba que el aislamiento era su mayor desafío.
En nuestra investigación, los participantes mencionaron con frecuencia sentimientos similares. Uno dijo:"Cuando me mudé a los EE. UU., me sentía muy solo y aislado de todos los que me rodeaban. Hacer amigos fue difícil porque sentía que estaba fuera del círculo, sin importar cuánto intentara socializar y exponerme". ."
Otro nos dijo:"Me sentí aislado porque solo estuve en el país durante unos cuatro meses y, aunque hablo inglés con fluidez, no me conectaba con las personas que me rodeaban".
Y otro comentó:"Simplemente viniendo de un país diferente significa que todos los que me rodean suenan igual, excepto yo. Eso solo fue un poco aterrador y me hace sentir que sobresalgo, incluso antes de que lleguemos a todas las diferencias físicas".
Ayudar a los migrantes a sobrellevar estos sentimientos no es sencillo. Las dificultades del idioma y las diferencias culturales pueden ser obstáculos considerables para acceder a la atención de la salud mental, por ejemplo.
Pero nuestra investigación ofrece una solución potencial al centrarse en cómo los inmigrantes pueden usar su dinero de una manera que mejore su salud mental. Esto desarrolla estudios previos que destacan la diferencia entre compras "materiales" (un reloj, digamos) y compras "experienciales" (como unas vacaciones).
Estudios anteriores han encontrado repetidamente que las personas logran una satisfacción y felicidad más duraderas con las compras experienciales porque nos ayudan a conectarnos con los demás.
Pero descubrimos que los migrantes a menudo prefieren gastar su dinero en compras materiales, que son tangibles y muy visibles para los demás, en lugar de compras experienciales. Compran cosas para establecer una conexión con las culturas dominantes en su país de destino.
Gastos para mejorar la salud mental
Investigaciones anteriores sugieren que esto puede deberse a que la exclusión social fomenta el materialismo. La teoría es que las posesiones materiales son tratadas como una especie de "medicina de la felicidad" para combatir la soledad.
Nuestro trabajo indica que los migrantes se beneficiarían de gastar más del dinero que tienen en compras experienciales en lugar de compras materiales para reducir sus sentimientos de soledad y aumentar su sentido de conexión.
Investigaciones anteriores también sugieren que algo conocido como "compras prosociales", gastar dinero en otros en lugar de en nosotros mismos, puede hacer felices a las personas. Ayuda a las personas a conectarse con los demás y promueve la intimidad. Esto es particularmente relevante para los inmigrantes, ya que muchos de ellos están originalmente motivados para viajar lejos de casa específicamente para buscar los medios para mantener a sus familiares en casa.
Las compras prosociales hacen que las personas sientan que tienen un efecto beneficioso sobre los demás, lo que a su vez aumenta el estatus social y genera sentimientos positivos. Y nuestro estudio encuentra que las compras prosociales son incluso más efectivas que las compras experienciales para aumentar la felicidad de los migrantes internacionales.
Sin embargo, durante una crisis global del costo de vida, este tipo de gasto (y, de hecho, todos los demás tipos) sin duda se reducirá. Las ventajas psicológicas y sociales que trae, por lo tanto, estarán en riesgo, no solo para los migrantes, sino también para todos los demás.
Este artículo se vuelve a publicar de The Conversation bajo una licencia Creative Commons. Lea el artículo original. Vivir feliz en un mundo material:las compras materiales pueden traer felicidad