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Una mujer en trabajo de parto lo está pasando fatal y de repente grita:"¡No debería! ¡No debería! ¡No podría! ¡No! ¡No podría!"
"No te preocupes", dice el médico. "Son solo contracciones".
Hasta ahora, varias teorías han buscado explicar qué hace que algo sea lo suficientemente divertido como para hacernos reír. Estos incluyen transgresión (algo prohibido), punzar un sentido de arrogancia o superioridad (burla) e incongruencia:la presencia de dos significados incompatibles en la misma situación.
Decidí revisar toda la literatura disponible sobre la risa y el humor publicada en inglés durante los últimos diez años para averiguar si se podían sacar otras conclusiones. Después de revisar más de cien artículos, mi estudio produjo una nueva explicación posible:la risa es una herramienta que la naturaleza puede habernos proporcionado para ayudarnos a sobrevivir.
Miré trabajos de investigación sobre teorías del humor que proporcionaron información significativa sobre tres áreas:las características físicas de la risa, los centros cerebrales relacionados con la producción de la risa y los beneficios para la salud de la risa. Esto ascendió a más de 150 documentos que proporcionaron evidencia de características importantes de las condiciones que hacen reír a los humanos.
Al organizar todas las teorías en áreas específicas, pude condensar el proceso de la risa en tres pasos principales:desconcierto, resolución y una posible señal de que todo está despejado, como explicaré.
Esto plantea la posibilidad de que la selección natural haya preservado la risa durante los últimos milenios para ayudar a los humanos a sobrevivir. También podría explicar por qué nos atraen las personas que nos hacen reír.
La evolución de la risa
La teoría de la incongruencia es buena para explicar la risa impulsada por el humor, pero no es suficiente. En este caso, reír no se trata de una sensación omnipresente de que las cosas están fuera de sintonía o son incompatibles. Se trata de encontrarnos en una situación específica que subvierte nuestras expectativas de normalidad.
Por ejemplo, si vemos un tigre paseando por una calle de la ciudad, puede parecer incongruente, pero no es cómico, al contrario, sería aterrador. Pero si el tigre rueda como una pelota, se vuelve cómico.
El antihéroe animado Homer Simpson nos hace reír cuando cae del techo de su casa y rebota como una pelota, o cuando intenta "estrangular" a su hijo Bart, con los ojos saltones y la lengua aleteando como si fuera de goma. Estos son ejemplos de la experiencia humana que cambia a una versión exagerada del mundo de dibujos animados donde cualquier cosa, especialmente lo ridículo, puede suceder.
Pero para ser gracioso, el evento también debe ser percibido como inofensivo. Nos reímos porque reconocemos que el tigre u Homero nunca lastiman a otros de manera efectiva, ni se lastiman a sí mismos, porque esencialmente sus mundos no son reales.
Entonces podemos reducir la risa a un proceso de tres pasos. Primero, necesita una situación que parezca extraña e induzca una sensación de incongruencia (desconcierto o pánico). En segundo lugar, la preocupación o el estrés que ha provocado la situación incongruente debe resolverse y superarse (resolución). En tercer lugar, la liberación real de la risa actúa como una sirena clara para alertar a los transeúntes (alivio) de que están a salvo.
La risa bien podría ser una señal que la gente ha usado durante milenios para mostrar a los demás que no se requiere una respuesta de lucha o huida y que la amenaza percibida ha pasado. Por eso, la risa suele ser contagiosa:nos une, nos hace más sociables, señala el fin del miedo o la preocupación. La risa afirma la vida.
Podemos trasladar esto directamente a la película Modern Times de 1936, donde el vagabundo cómico de Charlie Chaplin arregla obsesivamente los pernos en una fábrica como un robot en lugar de un hombre. Nos hace reír porque inconscientemente queremos mostrar a los demás que el perturbador espectáculo de un hombre reducido a robot es una ficción. Es un ser humano, no una máquina. No hay motivo de alarma.
Cómo el humor puede ser efectivo
Del mismo modo, el chiste al comienzo de este artículo comienza con una escena de la vida normal, luego se convierte en algo un poco extraño y desconcertante (la mujer se comporta de manera incongruente), pero que finalmente nos damos cuenta de que no es serio y en realidad es muy cómico (el doble sentido de la respuesta del médico induce alivio), provocando risas.
Como mostré en un estudio anterior sobre el comportamiento humano del llanto, la risa tiene una gran importancia para la fisiología de nuestro cuerpo. Al igual que llorar y masticar, respirar o caminar, la risa es un comportamiento rítmico que es un mecanismo de liberación para el cuerpo.
Los centros del cerebro que regulan la risa son los que controlan las emociones, los miedos y la ansiedad. La liberación de la risa rompe el estrés o la tensión de una situación e inunda el cuerpo de alivio.
El humor se usa a menudo en un entorno hospitalario para ayudar a los pacientes en su curación, como lo han demostrado los estudios de terapia de payasos. El humor también puede mejorar la presión arterial y las defensas inmunitarias, y ayudar a superar la ansiedad y la depresión.
La investigación examinada en mi revisión también ha demostrado que el humor es importante en la enseñanza y se utiliza para enfatizar conceptos y pensamientos. El humor relacionado con el material del curso mantiene la atención y produce un ambiente de aprendizaje más relajado y productivo. En un entorno de enseñanza, el humor también reduce la ansiedad, mejora la participación y aumenta la motivación.
Amor y risas
Revisar estos datos sobre la risa también permite formular una hipótesis sobre por qué las personas se enamoran de alguien porque "me hacen reír". No se trata sólo de ser divertido. Podría ser algo más complejo. Si la risa de otra persona provoca la nuestra, entonces esa persona está indicando que podemos relajarnos, que estamos a salvo, y esto genera confianza.
Si nuestra risa es provocada por sus bromas, tiene el efecto de hacernos superar los miedos provocados por una situación extraña o desconocida. Y si la capacidad de alguien para ser gracioso nos inspira a superar nuestros miedos, nos sentimos más atraídos por ellos. Eso podría explicar por qué adoramos a los que nos hacen reír.
En la época contemporánea, por supuesto, no lo pensamos dos veces antes de reírnos. Simplemente lo disfrutamos como una experiencia edificante y por la sensación de bienestar que trae. Desde un punto de vista evolutivo, este comportamiento muy humano quizás haya cumplido una función importante en términos de conciencia del peligro y autoconservación. Incluso ahora, si tenemos un roce con el peligro, a menudo reaccionamos con la risa debido a una sensación de puro alivio.
Este artículo se vuelve a publicar de The Conversation bajo una licencia Creative Commons. Lea el artículo original. Compartiendo una risa:los científicos le enseñan a un robot cuándo tener sentido del humor