Polinización
Las mariposas son polinizadores importantes, lo que significa que ayudan a transferir el polen del órgano floral masculino (estambre) al órgano floral femenino (pistilo). Cuando una mariposa se alimenta del néctar de una flor, sin darse cuenta recoge polen de su cuerpo. Cuando visita otra flor de la misma especie, parte del polen que transporta se pega al pistilo, fertilizando la flor y permitiéndole producir semillas.
Néctar y Polen
Las mariposas se alimentan del néctar y el polen que producen las flores. El néctar es un líquido azucarado que las plantas producen para atraer a los polinizadores. El polen es una sustancia en polvo que contiene las células reproductoras masculinas de las flores. Las mariposas usan su larga probóscide (pieza bucal) para chupar el néctar de las flores y sus pequeñas patas y cuerpos peludos para recolectar polen.
Coevolución
La relación entre plantas y mariposas ha coevolucionado a lo largo de millones de años:las plantas desarrollan rasgos que atraen a las mariposas y las mariposas desarrollan rasgos que las convierten en polinizadores eficientes. Por ejemplo, algunas flores producen néctar que es específicamente atractivo para ciertas especies de mariposas, y algunas mariposas tienen probóscides largas que les permiten alcanzar el néctar en lo profundo de las flores.
Esta relación mutualista es esencial para la supervivencia de muchas especies de plantas y mariposas. Sin mariposas que las polinicen, muchas plantas no podrían reproducirse. Y sin plantas que proporcionen néctar y polen, muchas mariposas no podrían sobrevivir.