1. Formaciones rocosas coincidentes:
* Se encuentran secuencias de roca sedimentaria similares en diferentes continentes: En todos los continentes ahora separados por vastas océanos, los geólogos han descubierto secuencias sorprendentemente similares de rocas sedimentarias. Estas rocas, que a menudo contienen fósiles de los mismos organismos antiguos, sugieren que las masas de tierra alguna vez se unieron.
* Ejemplo: Las montañas de los Apalaches en América del Norte tienen formaciones rocosas muy similares a las que se encuentran en las montañas de Caledonia en Escocia. Esta similitud sugiere fuertemente que estas áreas alguna vez fueron parte de una sola masa terrestre.
2. Depósitos glaciales:
* Evidencia de glaciación pasada encontrada en diferentes continentes: Los depósitos glaciales, incluidas las estrías (arañazos) en el lecho de roca y la hasta (fragmentos de roca sin clasificar) se encuentran en áreas ahora lejos de los polos. La distribución de estos depósitos sugiere que estas masas de tierra alguna vez estuvieron más juntas, permitiendo que los glaciares se extendieran sobre ellos.
* Ejemplo: Los depósitos glaciales de la era del Paleozoico tardío (hace unos 300 millones de años) se encuentran en América del Sur, África, India, Antártida y Australia. Esto sugiere que estos continentes alguna vez se agruparon alrededor del Polo Sur.
3. Distribución fósil:
* Evidencia fósil de especies encontradas en continentes ahora separados por océanos: El descubrimiento de fósiles de la misma especie en diferentes continentes respalda la idea de una sola masa de tierra más grande.
* Ejemplo: Los fósiles del antiguo reptil *Mesosaurus *, un reptil de agua dulce, se han encontrado solo en Brasil y Sudáfrica. La presencia de esta especie en ambos continentes sugiere que alguna vez estuvieron conectados.
4. Paleomagnetismo:
* Las firmas magnéticas en rocas sedimentarias se alinean con los polos magnéticos de la Tierra: Las rocas sedimentarias pueden preservar el campo magnético de la tierra en el momento en que se formaron. Estudiar estas firmas magnéticas muestra que los continentes se han desplazado con el tiempo, ya que su orientación magnética cambia en relación con los polos magnéticos.
En resumen:
Las formaciones rocosas sedimentarias, los depósitos glaciales, la distribución fósil y los datos paleomagnéticos proporcionan evidencia fuerte que respalda la teoría de la deriva continental. Estas rocas, formadas durante millones de años, sirven como un poderoso registro de la historia de la Tierra y el movimiento dinámico de sus continentes.