Los isótopos radiactivos más utilizados para la datación son el carbono-14, el potasio-40, el uranio-238, el uranio-235 y el torio-232. Estos isótopos tienen vidas medias que van desde miles a miles de millones de años, lo que los hace adecuados para datar materiales de diferentes edades.
Los isótopos radiactivos están presentes en pequeñas cantidades en todos los materiales y la velocidad a la que se desintegran no se ve afectada por factores externos como la temperatura, la presión o el entorno químico. Esto hace que la datación radiactiva sea un método confiable y preciso para determinar la edad de materiales, incluidas rocas, fósiles, artefactos arqueológicos e incluso muestras biológicas.