Tiene una estructura interna amorfa en lugar de cristalina como los minerales tradicionales, pero esta característica por sí sola no lo descalifica para ser clasificado como mineral, ya que hay otros minerales (como la obsidiana) que también carecen de patrones atómicos definidos.
Los mineraloides se refieren a sustancias que pueden tener una forma y composición similar a los cristales minerales pero que carecen de una composición química definitiva, un orden interno típico de los minerales cristalinos y no se forman naturalmente a través de procesos geológicos (como el carbón, las perlas o las tektitas, naturales o vidrios artificiales encontrados después de impactos de meteoritos o asteroides).