* Transferencia de electrones: La base fundamental de la oxidación y la reducción es la transferencia de electrones.
* oxidación: Una sustancia pierde electrones (se vuelve más positivo).
* Reducción: Una sustancia gana electrones (se vuelve más negativo).
* Conservación del cargo: Dado que los electrones son partículas fundamentales con una carga negativa, la carga total en un sistema debe permanecer equilibrada. Si un átomo o molécula pierde electrones (oxidación), otro debe ganar esos electrones (reducción).
* reacciones redox: La transferencia simultánea de electrones se conoce como reacción a redox . Estas reacciones son esenciales para muchos procesos biológicos y químicos, incluidos:
* Respiración celular: El proceso de descomponer los alimentos para producir energía implica la transferencia de electrones.
* Photosíntesis: Las plantas usan la luz solar para convertir el dióxido de carbono y el agua en glucosa, lo que implica la transferencia de electrones.
* Corrosión: La oxidación del hierro es una reacción redox.
* Combustión: La quema de combustible es una reacción redox.
Ejemplo:
Considere la reacción simple del metal de magnesio con ácido clorhídrico:
* mg (s) + 2hcl (aq) → mgcl2 (aq) + h2 (g)
En esta reacción:
* magnesio (mg) se oxida:pierde dos electrones para convertirse en mg²⁺.
* hidrógeno (h) se reduce:gana un electrón para convertirse en h₂.
La pérdida de electrones por magnesio se equilibra con precisión por la ganancia de electrones por hidrógeno. Es por eso que la oxidación y la reducción siempre se acoplan.
En esencia, la oxidación y la reducción son dos lados de la misma moneda. Uno no puede ocurrir sin el otro, asegurando la conservación de la carga y conduciendo una amplia gama de reacciones químicas.