La deslocalización de los electrones de valencia en los enlaces metálicos se debe a la baja energía de ionización de los metales. Esto significa que es relativamente fácil para los átomos metálicos perder sus electrones de valencia, que luego quedan libres para moverse por la red metálica. Los electrones libres son los que confieren a los metales sus propiedades características, como una alta conductividad eléctrica y térmica, además de su aspecto brillante.
La deslocalización de los electrones de valencia en los enlaces metálicos también influye en la fuerza del enlace. Los enlaces metálicos son generalmente más débiles que los enlaces covalentes y los enlaces iónicos. Esto se debe a que los electrones deslocalizados no son tan fuertemente atraídos por los iones metálicos cargados positivamente como lo serían por los núcleos de los átomos en un enlace covalente o iónico.
A pesar de su fuerza más débil, los enlaces metálicos todavía pueden mantener los metales unidos en un estado sólido. Esto se debe a que la gran cantidad de electrones deslocalizados crea una fuerte atracción eléctrica entre los iones metálicos cargados positivamente y los electrones cargados negativamente. Esta atracción es lo suficientemente fuerte como para superar las fuerzas repulsivas entre los iones metálicos cargados positivamente, manteniendo el metal en estado sólido.