El tungsteno es uno de los materiales más prometedores para su uso en la pared interior del ITER. Tiene un alto punto de fusión, una baja tasa de activación de neutrones y buena conductividad térmica. Sin embargo, el tungsteno también es quebradizo, lo que dificulta su trabajo.
En este estudio, investigadores del centro de investigación de fusión DIFFER en los Países Bajos utilizaron trazadores de isótopos de tungsteno para estudiar cómo se comporta el tungsteno en las condiciones del reactor de fusión. Los trazadores de isótopos de tungsteno son isótopos de tungsteno que tienen una masa diferente a la del isótopo de tungsteno más común, el W-184. Al seguir el movimiento de estos trazadores, los investigadores pudieron aprender cómo se deposita el tungsteno en la pared interna de un reactor de fusión y cómo el plasma lo erosiona.
Los resultados de este estudio ayudarán al desarrollo de materiales que puedan soportar las condiciones extremas dentro de un reactor de fusión. Este es un paso crítico en el desarrollo de la energía de fusión, una fuente de energía limpia y segura que tiene el potencial de revolucionar la forma en que alimentamos nuestro mundo.