Microscopía de fluorescencia: Esta técnica utiliza tintes fluorescentes para marcar moléculas o estructuras específicas dentro de una célula, lo que permite visualizarlas bajo un microscopio.
Microscopía electrónica: Esta técnica utiliza un haz de electrones para crear imágenes de alta resolución de las células y sus componentes.
Microscopía confocal: Esta técnica utiliza un rayo láser enfocado para crear imágenes tridimensionales de células.
Microscopía de fuerza atómica: Esta técnica utiliza una sonda afilada para crear imágenes en 3D de las células y sus superficies.
Hibridación in situ por fluorescencia (FISH): Esta técnica utiliza sondas fluorescentes para marcar secuencias de ADN específicas dentro de una célula, lo que permite a los investigadores visualizar la ubicación y organización de los genes.
Citometría de flujo: Esta técnica permite a los investigadores clasificar y analizar células según su tamaño, forma y otras características físicas.
Secuenciación de ADN: Esta técnica permite a los investigadores determinar el orden de los nucleótidos en una molécula de ADN, proporcionando información sobre los genes y elementos reguladores presentes en una célula.
Genómica: Este campo implica el estudio del genoma completo de un organismo, incluida la identificación y caracterización de genes, sus secuencias reguladoras y sus variaciones.
Proteómica: Este campo implica el estudio de las proteínas expresadas por una célula, incluida su estructura, función e interacciones con otras moléculas.
Cultivo celular: Esta técnica permite a los investigadores cultivar células fuera del cuerpo en un entorno controlado, lo que permite estudios detallados del comportamiento celular y las respuestas a diferentes condiciones.
Imágenes de células vivas: Esta técnica permite a los investigadores visualizar y registrar procesos celulares en tiempo real, proporcionando información sobre eventos celulares dinámicos.
Estos avances tecnológicos han hecho posible que los científicos estudien las células con un detalle sin precedentes, lo que ha llevado a una comprensión más profunda de la biología celular y al desarrollo de nuevos tratamientos para enfermedades como el cáncer, el Alzheimer y el Parkinson.