El equipo de Cambridge, junto con colaboradores del Instituto Francis Crick, publicaron sus hallazgos en la revista Nature Communications. Se centraron en los neutrófilos, un tipo de glóbulo blanco que forma la primera línea de defensa contra las infecciones.
Los neutrófilos, que constituyen entre el 50 y el 70 % de nuestros glóbulos blancos circulantes, desempeñan un papel esencial en el sistema inmunológico. Se encuentran en grandes cantidades en el pus y son importantes para combatir las infecciones bacterianas.
Los científicos llevan mucho tiempo desconcertados sobre cómo los glóbulos blancos logran moverse a través del moco, que está formado por una compleja red de mucinas, glicoproteínas que le dan al moco sus características propiedades pegajosas.
Sin embargo, los investigadores de Cambridge descubrieron que los neutrófilos liberan ADN de sus núcleos para formar una estructura similar a una malla que encapsula la célula, creando efectivamente una capa protectora que evita que las mucinas se adhieran.
Los investigadores observaron que cuando los neutrófilos estaban expuestos al moco, liberaban su ADN en un plazo de tres a cinco minutos. Luego, el ADN formaría rápidamente la estructura similar a una malla que envolvía la célula.
Utilizando microscopía de lapso de tiempo, los investigadores observaron que los neutrófilos se movían a través del moco a velocidades de aproximadamente una longitud del cuerpo celular por segundo. Sin la malla protectora de ADN, las células quedarían atrapadas en el moco.
Los investigadores creen que este mecanismo también puede ayudar a otros tipos de células a moverse a través del moco, como las células cancerosas que hacen metástasis desde su sitio original a otras partes del cuerpo.
"Esta es la primera evidencia directa de que los glóbulos blancos secretan ADN para ayudarlos a moverse a través del moco, y podría explicar cómo varios tipos de células son capaces de penetrar esta capa densa y protectora en condiciones sanas y enfermas", dijo el investigador principal, el Dr. Samuel Henson. .
El equipo afirma que se necesitan más estudios para investigar el papel de este mecanismo en otros tipos de células y sus posibles implicaciones para la administración de fármacos y el tratamiento de infecciones.
Los hallazgos también podrían tener implicaciones para comprender cómo se propagan las células cancerosas, ya que algunos cánceres pueden hacer metástasis desde su sitio original a otras partes del cuerpo.