Los primates también producen un tipo de veneno llamado veneno catarrino. Este veneno no suele ser dañino para los humanos, pero puede provocar una reacción alérgica en algunas personas. El veneno catarrino se encuentra en la saliva de todos los monos del Viejo Mundo, incluidos macacos, babuinos y chimpancés.
El veneno producido por los primates parece haber evolucionado como una forma de protegerse de los depredadores. El veneno contiene una variedad de toxinas que pueden causar dolor, hinchazón y parálisis. En algunos casos, el veneno de los primates puede incluso ser mortal.
La similitud entre el veneno de primates y la saliva de gato puede explicar por qué tantas personas sufren de alergias a los gatos. El sistema inmunológico humano puede reaccionar exageradamente a la saliva del gato porque la confunde con veneno de primate.
Comprender el vínculo entre el veneno de los primates y las alergias a los gatos podría conducir a nuevos tratamientos para esta afección común. Por ejemplo, puede ser posible desarrollar una vacuna que se dirija a la proteína albúmina sérica de la saliva del gato. Esta vacuna podría ayudar a prevenir el desarrollo de alergias a los gatos en primer lugar.
Hasta que se encuentre una cura para las alergias a los gatos, hay algunas cosas que las personas con esta afección pueden hacer para controlar sus síntomas. Estos incluyen:
*Evitar el contacto con gatos
* Lavarse las manos después de acariciar a un gato.
* Tomar medicamentos para las alergias de venta libre.
* Consultar a un médico si los síntomas son graves.
Las alergias a los gatos pueden ser una afección molesta, pero pueden controlarse con el tratamiento adecuado.