Se sabe que las hormigas son agresivas y territoriales, y muchos depredadores desconfían de ellas. Al parecer hormigas, estas mariposas pueden engañar a los depredadores haciéndoles creer que son hormigas y evitar ser atacadas.
Además, algunas mariposas que imitan a las hormigas también imitan el comportamiento de las hormigas. Por ejemplo, pueden caminar lenta y deliberadamente como las hormigas, o pueden secretar sustancias químicas que huelen a hormigas. Esto ayuda aún más a convencer a los depredadores de que en realidad son hormigas.
El mimetismo de las hormigas es un mecanismo de defensa exitoso que ha ayudado a algunas mariposas a sobrevivir y prosperar en la naturaleza.