Un nuevo estudio dirigido por investigadores de la Universidad de California, Santa Cruz (UCSC) ha descubierto que los mamíferos acuáticos deben ser lo suficientemente grandes como para generar suficiente energía para nadar en el agua. Sin embargo, también deben ser lo suficientemente pequeños para evitar el sobrecalentamiento.
Los hallazgos del estudio, que se publicaron en la revista "Nature Ecology &Evolution", proporcionan nuevos conocimientos sobre la historia evolutiva de los mamíferos acuáticos y los desafíos que enfrentan en su entorno.
"Los mamíferos acuáticos son algunos de los animales más emblemáticos y queridos del planeta", dijo el autor principal, el Dr. Jeremy Goldbogen, profesor de estudios ambientales e investigador en el Instituto de Ciencias Marinas de la UCSC. "Pero a pesar de su popularidad, todavía no sabemos mucho sobre por qué necesitan ser tan grandes".
Para abordar esta cuestión, Goldbogen y sus colegas analizaron datos sobre el tamaño corporal y las tasas metabólicas de 34 especies de mamíferos acuáticos, incluidas ballenas, delfines, marsopas, focas y leones marinos.
Los investigadores descubrieron que los mamíferos acuáticos necesitan ser lo suficientemente grandes como para generar suficiente energía para superar la resistencia del agua. Esto se debe a que el agua es aproximadamente 800 veces más densa que el aire, por lo que se necesita mucha más energía para nadar en el agua que para caminar o correr en tierra.
Sin embargo, los mamíferos acuáticos también deben ser lo suficientemente pequeños para evitar el sobrecalentamiento. Esto se debe a que cuando los animales nadan generan calor a través de sus músculos. Cuanto más grande es un animal, más calor genera y más difícil le resulta disipar el calor.
Los investigadores descubrieron que el tamaño corporal ideal para un mamífero acuático es un equilibrio entre estas dos fuerzas opuestas. Los mamíferos acuáticos necesitan ser lo suficientemente grandes para generar suficiente energía, pero no demasiado grandes como para sobrecalentarse.
"Este estudio proporciona una nueva comprensión de la historia evolutiva de los mamíferos acuáticos y los desafíos que enfrentan en su entorno", dijo Goldbogen. "También tiene implicaciones para la conservación de estos animales, ya que necesitamos comprender sus necesidades únicas para poder protegerlos".
Además de Goldbogen, los coautores del estudio incluyen a Daniel Greenberg, Jeremy Davis y Allison Parton de UCSC; Robert Shadwick de la Universidad de Columbia Británica; y Terrie Williams de la Universidad de California, Davis.