La física subyacente detrás del efecto Cheerios está relacionada con las fuerzas capilares que actúan sobre la partícula debido a la tensión superficial del fluido. A medida que la partícula se acerca a la superficie sólida, la tensión superficial del fluido en la interfaz entre la partícula y el sólido crea un desequilibrio de fuerzas, empujando la partícula hacia la superficie sólida.
Para invertir el efecto Cheerios, los científicos han empleado diferentes enfoques, como modificar las propiedades superficiales de la superficie sólida o alterar la composición del fluido. Aquí hay algunos métodos que se han utilizado para lograr esto:
Modificación de superficie:
- Recubrimientos hidrofílicos: Al recubrir la superficie sólida con materiales hidrófilos (que atraen agua), se puede reducir la tensión superficial del fluido en la interfaz entre la partícula y el sólido. Esto reduce la atracción capilar y puede provocar la inversión del efecto Cheerios.
Modificación de fluidos:
- Tensioactivos: Agregar tensioactivos (agentes tensioactivos) al fluido puede alterar las propiedades de tensión superficial y debilitar las fuerzas capilares. Eligiendo cuidadosamente el tipo y la concentración de tensioactivos, es posible invertir el efecto Cheerios.
- Soluciones de polímeros: Suspender la partícula en una solución polimérica puede cambiar las propiedades reológicas del fluido e influir en las interacciones capilares. Este enfoque se ha utilizado para invertir el efecto Cheerios alterando la viscoelasticidad del fluido.
Campos eléctricos:
La aplicación de un campo eléctrico externo al fluido puede inducir fuerzas electrohidrodinámicas que contrarrestan las fuerzas capilares. Al manipular la intensidad y la dirección del campo eléctrico, es posible invertir la dirección del movimiento de la partícula.
Campos magnéticos:
En presencia de un campo magnético, las partículas magnéticas o las partículas que contienen materiales magnéticos pueden experimentar fuerzas magnéticas. Al controlar el campo magnético, se puede manipular el movimiento de las partículas, lo que podría provocar la inversión del efecto Cheerios.
Vale la pena señalar que, si bien estos enfoques se han mostrado prometedores a la hora de invertir el efecto Cheerios, las condiciones y parámetros específicos requeridos pueden variar según las características del sistema, como el tamaño de las partículas, las propiedades del fluido y la química de la superficie.