Las estrigolactonas son un grupo de hormonas vegetales que regulan una amplia gama de procesos como la ramificación de brotes y raíces, la senescencia de las hojas y la defensa contra plagas y enfermedades.
Desbloquear la estructura de la proteína receptora de estrigolactona, DWARF14 (D14), es un avance significativo que permite a los científicos comprender los mecanismos moleculares mediante los cuales las estrigolactonas ejercen su control.
"Este es el 'Santo Grial' de la señalización de estrigolactona; hemos estado trabajando para capturar esta estructura durante años", afirma la Dra. Eva Benkova del Centro John Innes. "Ahora que tenemos la estructura, podemos ver los detalles moleculares de cómo la hormona se une a D14 y cómo esto desencadena la señalización posterior".
Los investigadores descubrieron que D14 sufre cambios conformacionales al unirse a las estrigolactonas. Este cambio de forma permite que D14 se una a un complejo proteico llamado MAX2 F-box e inhibalo. Esta interacción finalmente resulta en la degradación de una proteína llamada D53, lo que permite la liberación de factores de transcripción que controlan diversos aspectos del crecimiento y desarrollo de las plantas.
"Nuestro estudio también reveló un vínculo evolutivo fascinante entre las estrigolactonas y la señalización luminosa:identificamos similitudes estructurales entre D14 y la fototropina, una proteína que detecta la luz azul", dice la Dra. Benkova. "Esto plantea preguntas intrigantes sobre la trayectoria evolutiva y la diversificación de las vías de señalización hormonal en las plantas".
Esta investigación abre nuevas vías para comprender cómo las plantas regulan su crecimiento y desarrollo en respuesta a señales internas y externas y podría conducir al desarrollo de nuevos agroquímicos para mejorar los cultivos.