Las enzimas proteolíticas actúan hidrolizando los enlaces peptídicos en la estructura de las proteínas, lo que provoca la degradación de las fibras musculares. Este proceso da como resultado el ablandamiento de la carne, haciéndola más tierna y más fácil de masticar. Por lo tanto, las piñas se han utilizado tradicionalmente como ablandador de carne natural en muchas cocinas de todo el mundo.
Sin embargo, vale la pena señalar que la bromelina no es específica de la carne únicamente. También puede interactuar con otras proteínas, incluidas las presentes en la lengua y otros tejidos de la boca. Cuando consumes piña fresca o su jugo, la bromelina puede entrar en contacto con tu lengua y causar una sensación temporal de hormigueo o entumecimiento.
El efecto ablandador de la bromelina no es inmediato y, por lo general, las enzimas tardan algún tiempo en descomponer las proteínas de manera efectiva. Marinar la carne con jugo de piña o utilizar ablandadores de carne comerciales a base de bromelina puede acelerar este proceso. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el uso excesivo de bromelina o el contacto prolongado pueden hacer que la carne se vuelva demasiado blanda y blanda, perdiendo su textura natural.
La sensación de hormigueo en la lengua es un efecto inofensivo y suele desaparecer al poco tiempo. Esta es la razón por la que algunas personas experimentan una ligera sensación de picazón o aspereza al comer grandes cantidades de piña fresca.
En resumen, las enzimas de la piña, principalmente la bromelina, son responsables de ablandar la carne al descomponer las proteínas. Si bien esto es beneficioso para fines culinarios, también puede causar una sensación temporal de hormigueo en la lengua debido a la interacción de la bromelina con las proteínas de la boca.