Las anguilas eléctricas son capaces de generar poderosas descargas eléctricas que pueden aturdir o incluso matar a sus presas. Esta capacidad es posible gracias a un órgano especializado llamado órgano eléctrico, que está compuesto por miles de células musculares modificadas llamadas electrocitos.
Los científicos llevan mucho tiempo fascinados por la evolución de las anguilas eléctricas, y un nuevo estudio ha arrojado algo de luz sobre cómo estas criaturas llegaron a poseer su habilidad única.
El estudio, publicado en la revista "Nature Ecology &Evolution", encontró que las anguilas eléctricas evolucionaron a partir de un ancestro común que compartía muchas similitudes con el bagre. Con el tiempo, estos antepasados desarrollaron la capacidad de generar campos eléctricos débiles, que utilizaban para comunicarse entre sí y navegar en su entorno.
A medida que estos campos eléctricos se hicieron más fuertes, eventualmente se volvieron lo suficientemente poderosos como para aturdir a sus presas. Esto dio a las anguilas eléctricas una ventaja significativa en la competencia por el alimento y rápidamente se convirtieron en uno de los depredadores más exitosos de su entorno.
Los hallazgos del estudio también proporcionan información sobre la evolución de otros peces eléctricos, como el bagre eléctrico y la raya eléctrica. Todos estos peces evolucionaron a partir de diferentes ancestros, pero todos comparten la característica común de tener un órgano eléctrico especializado.
Esto sugiere que la capacidad de generar electricidad es un rasgo altamente adaptativo que ha evolucionado múltiples veces en diferentes grupos de peces.
Los hallazgos del estudio son un importante paso adelante en nuestra comprensión de la evolución de los peces eléctricos. Proporcionan nuevos conocimientos sobre cómo estas criaturas llegaron a poseer su habilidad única y también nos ayudan a comprender la historia evolutiva más amplia de los peces.