Los elefantes tienen un sistema inmunológico mucho más fuerte que los ratones y son mucho más resistentes a las infecciones. Esto se debe a una serie de factores, incluido el hecho de que los elefantes tienen una cantidad mucho mayor de glóbulos blancos, que son responsables de combatir las infecciones. Los elefantes también tienen una concentración mucho mayor de anticuerpos, que son proteínas que ayudan a destruir a los invasores extraños. Además, los elefantes tienen una piel mucho más gruesa, lo que ayuda a evitar que entren infecciones en el cuerpo.