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    Discutir sobre la carne, encontrar consuelo con los amigos:las emociones de los grandes simios

    Un grupo de chimpancés come juntos en la selva de Uganda. Crédito:Adrián Soldati

    Con la ayuda de cámaras termográficas, los científicos han profundizado un poco más en la psicología de los chimpancés. Su aparato midió los niveles de estrés de los primates durante las comidas en las profundidades de la jungla de Uganda.

    ¿Experimentan los animales sentimientos similares a los nuestros? Y si es así, ¿cómo sería posible determinar la existencia de estas emociones sin un lenguaje compartido? Estas preguntas han sido un tema de debate desde tiempos inmemoriales. Un equipo ha producido nuevos hallazgos para ayudar a responderlas. Científicos de la Universidad de Neuchâtel han utilizado imágenes térmicas para evaluar los sentimientos de los chimpancés salvajes. En un artículo publicado en la revista Philosophical Transactions of the Royal Society B:Biological Sciences , muestran que la temperatura nasal es un buen indicador de estrés.

    En los chimpancés y otros primates (incluidos los humanos), la temperatura nasal varía en función de los niveles de excitación. Varios estudios han demostrado que la temperatura aumenta en respuesta a las emociones positivas y desciende en respuesta a las negativas. El fenómeno se ha confirmado en pruebas de laboratorio, pero ¿se puede utilizar sobre el terreno con primates que viven en la naturaleza? Esto es lo que se propuso investigar el equipo de la Universidad de Neuchâtel. Acompañados por colegas franceses y británicos, probaron sus hipótesis con un grupo de chimpancés que viven en la selva de Uganda.

    Para ser precisos, los científicos acudieron a un centro de investigación especializado en primates. Ubicado en medio de la selva tropical, este centro único ha atraído a primatólogos de todo el mundo durante más de treinta años. Vienen a estudiar a los animales en su ambiente natural para que puedan observar su comportamiento sin interferir, explica Adrián Soldati, uno de los coautores del estudio. "Estos chimpancés están acostumbrados a los humanos y esa es una consideración crucial. No podríamos medir sus niveles de estrés si los estuviéramos estresando solo por estar allí".

    Los simios se reúnen en grupo varias veces al día para comer la comida que han cazado o recolectado. Durante estas comidas comunitarias, los investigadores midieron la temperatura nasal de los animales enfocando cámaras termográficas compactas en sus rostros desde una distancia de unos siete metros.

    Los machos alfa aumentan el nivel de estrés

    Lo primero que encontraron fue que los niveles de estrés durante las comidas cambian con el tipo de comida aportada por los participantes. Dado que los higos son abundantes, no despiertan ningún sentimiento en particular. Pero cuando la carne, un placer codiciado, está en el menú y provoca emociones mucho más fuertes en ciertos individuos, el termómetro baja. "Los chimpancés a menudo se pelean por la carne porque rara vez la obtienen. Las peleas y los robos son comunes y la caída de la temperatura nasal de los simios refleja el estrés de la situación", explica Adrian Soldati.

    También encontraron que los niveles de estrés aumentan cuando los machos están presentes, particularmente los individuos dominantes que son más propensos a intimidar a sus compañeros para que puedan tomar su comida. "Al revelar el estrés que causa esta situación, las imágenes térmicas nos muestran cuánto dominan los machos individuales a la sociedad de los chimpancés. Para poner eso en contexto, no medimos ninguna caída en la temperatura nasal si solo había hembras en una comida".

    Finalmente, los investigadores encontraron que las temperaturas nasales de los chimpancés individuales tendían a aumentar nuevamente si sus "amigos", individuos con los que estaban más cerca, denominados "socios sociales" por los científicos para minimizar el riesgo de antropomorfismo, estaban presentes. Según Adrian Soldati, esto sugiere emociones positivas. "Muestra que las personas experimentan un tipo de tranquilidad cuando están con estas parejas".

    Las comidas tienen lugar varias veces al día en diferentes configuraciones. Este hecho permitió a los investigadores recopilar suficientes datos para demostrar que su enfoque funciona. En el futuro, Adrian Soldati prevé utilizar el mismo aparato para explorar los sentimientos de los chimpancés durante otros momentos clave de su vida social, como el acicalamiento.

    "Nuestro objetivo era probar no solo el concepto sobre el terreno, sino también la cámara, el material y el enfoque. Ahora que hemos demostrado que nuestro método funciona, podemos empezar a explotar todo su potencial". Este trabajo ha brindado a los científicos una nueva herramienta para ayudarlos a comprender mejor la psicología del pariente vivo más cercano de los humanos. + Explora más

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