1. ectoparasitismo: Esto implica parásitos que viven en el afuera de su anfitrión. Los ejemplos incluyen pulgas, garrapatas, piojos y ácaros.
2. Endoparasitismo: Esto involucra parásitos que viven dentro su anfitrión. Los ejemplos incluyen tenias, gusanos redondos y parásitos de malaria.
3. holoparasitismo: Este tipo de parasitismo involucra parásitos que son completamente dependientes en su anfitrión para la supervivencia. Carecen de la capacidad de fotosintetizar y confiar completamente en el huésped para los nutrientes. Un ejemplo es la planta Rafflesia, que es una flor parásita que se une a las raíces de las vides.
4. Hemparasitismo: Este tipo de parasitismo implica parásitos que parcialmente depender de su anfitrión. Pueden fotosintetizar hasta cierto punto, pero aún confían en el huésped para algunos nutrientes y recursos. El muérdago es un ejemplo de un hemiparásito.
Estos son solo algunos ejemplos, y hay muchos otros matices y variaciones dentro de estas clasificaciones. También es importante recordar que el parasitismo existe en muchas formas diferentes en los reinos animales, vegetales y fúngicos.