Los investigadores realizaron una serie de experimentos para probar su hipótesis. En un experimento, se pidió a los participantes que imaginaran que acababan de recibir un bono de 1.000 dólares. Aquellos que pensaron en el bono en términos concretos (por ejemplo, "Puedo usar esto para comprar un auto nuevo") eran más propensos a decir que ahorrarían el dinero, mientras que aquellos que pensaron en el bono en términos abstractos (por ejemplo, " Esto me hará sentir más seguro financieramente") eran más propensos a decir que lo gastarían.
En otro experimento, se pidió a los participantes que hicieran una serie de elecciones entre diferentes pares de elementos. Cada par de artículos valía la misma cantidad de dinero, pero un artículo se describía en términos concretos (por ejemplo, "un nuevo par de zapatos") mientras que el otro se describía en términos abstractos (por ejemplo, "un sentimiento de seguridad financiera"). ). Los investigadores descubrieron que era más probable que los participantes eligieran el elemento descrito en términos concretos.
Los investigadores creen que estos hallazgos tienen implicaciones importantes para comprender cómo las personas toman decisiones financieras. Sugieren que las personas que quieran ahorrar dinero deberían pensar en el dinero en términos concretos, mientras que aquellos que quieran gastar dinero deberían pensar en el dinero en términos abstractos.
A continuación se ofrecen algunos consejos para pensar en el dinero en términos concretos:
* Establecer objetivos financieros específicos.
* Cree un presupuesto y realice un seguimiento de sus gastos.
*Pagar deuda.
* Invierte tu dinero.
*Ahorrar para la jubilación.
Al pensar en el dinero en términos concretos, podrá tomar mejores decisiones financieras y alcanzar sus objetivos financieros.