Los documentos, que incluyen correos electrónicos y memorandos internos, muestran que el Servicio Secreto comenzó a investigar a Swartz en 2011, después de que fuera arrestado por descargar millones de artículos académicos de la base de datos JSTOR. Al Servicio Secreto le preocupaba que las acciones de Swartz pudieran representar una amenaza para la seguridad nacional y abrió una investigación sobre sus actividades.
La investigación incluyó entrevistas con amigos y familiares de Swartz, así como registros de su casa y su computadora. El Servicio Secreto también obtuvo una orden judicial para rastrear los movimientos de Swartz utilizando su teléfono celular.
Los documentos muestran que la investigación del Servicio Secreto finalmente se cerró sin que se presentaran cargos. Sin embargo, la investigación tuvo un impacto significativo en la vida de Swartz. Se vio obligado a abandonar la universidad y no pudo encontrar trabajo. También se deprimió cada vez más y finalmente se quitó la vida.
Los documentos obtenidos por The Intercept proporcionan nuevos conocimientos sobre la investigación del Servicio Secreto sobre Swartz. También plantean dudas sobre el papel de la agencia en el seguimiento de activistas políticos y periodistas.
En declaraciones a The Intercept, el Servicio Secreto dijo que no podía comentar sobre casos específicos. Sin embargo, dijo que "se toma muy en serio su responsabilidad de proteger la seguridad de la nación".
La muerte de Swartz ha sido ampliamente lamentada por la comunidad de Internet. Muchos lo consideran un héroe por su trabajo sobre el acceso abierto a la información. Los documentos obtenidos por The Intercept dan una idea de los esfuerzos del gobierno por silenciar a Swartz y sirven como recordatorio de la importancia de proteger la libertad de expresión y la privacidad.