Crédito:Abigail Keenan
Los economistas de la Universidad de Oxford han emitido hoy una urgente 'llamada de atención' internacional en torno al continuo declive de la naturaleza y la grave amenaza que representa para la prosperidad global al ignorarla.
Nueva investigación de la Oxford Martin School, encargado por la Coalición por la Economía Verde, ha revelado que los gobiernos pueden ignorar el valor económico de la naturaleza, y la medida en que la riqueza nacional y mundial depende de ella. Los investigadores coinciden en que este capital natural es la base de toda la prosperidad humana.
Los efectos colaterales del clima extremo, extinciones masivas, caída de los rendimientos agrícolas, y el aire y el agua tóxicos ya han causado daños importantes a la economía mundial, y la contaminación por sí sola cuesta 4,6 billones de dólares cada año. Sin embargo, a medida que continúan estas condiciones, el riesgo de perder otros recursos naturales vitales, como la capa superficial del suelo para la producción de alimentos y un clima estable (esencial para el funcionamiento de las economías organizadas), se vuelve cada vez más probable.
Hablando desde el Foro Mundial sobre Capital Natural, cuando lanzó la investigación, Profesor Cameron Hepburn, autor principal del informe y profesor de economía ambiental en el Instituto para el Nuevo Pensamiento Económico de la Oxford Martin School, dijo:"Gran parte del valor que crean las economías se basa en una base natural:el aire, agua, comida, energía y materias primas que proporciona el planeta ".
La investigación culpa a las instituciones económicas y políticas centrales. Destaca tres preocupaciones clave:en primer lugar, el capital natural no se mide con precisión ni se valora posteriormente. En segundo lugar, Nuestros modelos económicos no están construidos para reconocer las dependencias entre 'capitales' y, por lo tanto, están mal equipados para comprender cuán invaluable es el capital natural, en comparación con las alternativas creadas por el hombre. En tercer lugar, Dado que la estructura de nuestras instituciones políticas y económicas no es capaz de gestionar eficazmente el capital natural, no puede reflejar con precisión su valor.
"Nuestras economías están volando a ciegas, y se necesitan con urgencia nuevos modelos y metodologías. La oportunidad de valorar adecuadamente la naturaleza no es solo una tarea de los economistas sino de todos nosotros, "dice Oliver Greenfield, coordinador de la Coalición por la Economía Verde. "Las sociedades y economías que comprenden su dependencia de la naturaleza son más saludables y están más conectadas, con un futuro mejor ".
Aunque el informe emite algunas advertencias graves, también incluye la muy necesaria seguridad de que todavía hay esperanza para la Tierra.
Es fundamental disponer de mejores datos sobre el valor de los activos de capital natural, para que la economía pueda reorganizarse para respaldar estos activos que tienen un estatus especial, evitando que sean dilapidados y dando a los gobiernos y centros financieros una oportunidad de luchar para salvar el planeta.
Oliver Greenfield agregó:"Estamos envenenando el pozo del que bebemos. El terrible estado de la naturaleza y las implicaciones para nuestro futuro apenas se registran en la toma de decisiones económicas. Para decirlo de otra manera, estamos creando un gran riesgo sistémico para nuestras economías y sociedades, y al igual que la crisis financiera, la mayoría de los economistas actualmente no lo ven ".