Los investigadores llevaron a cabo varios experimentos con adultos y niños. En un experimento, se pidió a los participantes que escucharan una serie de palabras mientras observaban a un hablante que usaba gestos congruentes con las manos (por ejemplo, mover las manos hacia arriba al decir "levantarse") o gestos incongruentes con las manos (por ejemplo, mover las manos hacia abajo al decir "levantarse"). "). Los resultados mostraron que los participantes eran más precisos al reconocer las palabras cuando el hablante usaba gestos congruentes con las manos.
En otro experimento, se pidió a los participantes que escucharan una serie de oraciones mientras observaban a un orador que usaba gestos claros con las manos o no usaba ningún gesto. Los hallazgos indicaron que los participantes que observaron al hablante con gestos claros con las manos mostraron una mejor comprensión de las oraciones en comparación con aquellos que observaron al hablante sin gestos con las manos.
La investigadora principal del estudio, la profesora Sarah Creel, explicó que la influencia observada de los gestos con las manos en la percepción del habla podría atribuirse al "efecto de integración gesto-habla". Este efecto sugiere que los gestos con las manos proporcionan información adicional que complementa la comunicación verbal y mejora la comprensión del mensaje hablado por parte del oyente.
Los hallazgos de este estudio resaltan la importancia de la comunicación no verbal en la interacción humana y su impacto en cómo percibimos y procesamos el lenguaje hablado. Enfatiza la naturaleza multisensorial de la comprensión del lenguaje, donde la información visual de los gestos puede influir en nuestra percepción auditiva de palabras y oraciones.